Hay más trabajo por hacer en la lucha contra intoxicación por plomo
Falta mucho por hacer para que, por ejemplo, en el país disminuya la concentración de plomo en la pintura de grandes superficies, que es la más alta según la última muestra realizada a nivel global.
El autor es Director de la Oficina de Pure Earth México.
Siempre con la misión de impulsar soluciones basadas en la evidencia innegable de las fatales consecuencias del envenenamiento por mercurio y plomo, desde finales del siglo XX, Pure Earth ha sabido trabajar y dar resultados con miras a que, poco a poco, se resuelva la crisis provocada por esta contaminación.
Así, de manera continua, se unen esfuerzos con socios de todo el mundo para abordar de manera sostenible las causas fundamentales de la contaminación y buscar cada vez más posibles soluciones que repercutan, más temprano que tarde, en la total erradicación del uso del plomo.
En la actualidad, el programa de Pure Earth ha sido fundamental para hacer conciencia ante los gobiernos, los hacedores de políticas públicas, los empresarios, trabajadores y todos los actores a nivel global en el hecho de que la exposición al plomo es un verdadero problema de salud pública y, por tanto, debe verse como una prioridad de acción.
De hecho, recientemente, la organización ha dado a conocer los resultados 2020-2023, en los que resalta, sin duda, una mayor visibilidad y comprensión, lo que implica la exposición al plomo, y se han generado también nuevos datos y pruebas sobre su prevalencia, gravedad e, incluso, fuentes de contaminación, temáticas, en los que todos unidos debemos poner el dedo en el renglón continuar salvando vidas.
Además, mediante la promoción de los impactos y las intervenciones para prevenirla o mitigarla, la relevancia de abordar la exposición al plomo está ganando terreno constantemente.
Sin duda, se puede percibir una mayor priorización del tema a través de acciones gubernamentales y de otras partes interesadas, que incluyen asignar fondos para abordar el problema y participar en estructuras de colaboración y aprendizaje a largo plazo, como grupos de trabajo multidisciplinarios; caso concreto: EPA, OMS y UNICEF.
Particularmente, en el caso de México las cifras dejan al descubierto un estado de alerta inminente en lo que tiene que ver con la exposición al plomo. Hay más de tres millones de niños contaminados con altos niveles de plomo en la sangre. Esto, como lo hemos mencionado en otras ocasiones, afecta significativamente el coeficiente intelectual – es decir, la inteligencia y, por ende, el desempeño escolar – de cada vez más infantes en el país.
Además, incide, abierta e indiscriminadamente, en la salud y calidad de vida de hombres y mujeres en territorio mexicano. Por eso, desde hace más de 15 años, Pure Earth México ha tomado cartas en el asunto y ha dado resultados positivos.
En 2023, se realizaron 77 mediciones ambientales de suelos, a través de seis talleres en Atlixco de las Flores, Tlaxcala. También, primordialmente, en Atlixco de las Flores, Puebla y San Pablo del Monte, Tlaxcala, se han realizado trabajos de medición de cerámica y, por supuesto, se han llevado a cabo capacitaciones de nuevas formas de producir sin utilizar el plomo, ha habido constantes levantamientos de datos en campo y, a través de unas 28 evaluaciones ambientales, de 2020 a 2023, se está logrando crear conciencia entre la población, entre los productores de alfarería, entre los empresarios en general, sobre la necesidad de evitar, a toda costa, el plomo de nuestra vida.
Definitivamente, las universidades y otras instituciones desempeñan un papel importante en la investigación y difusión de resultados, y, por supuesto, en la aplicación del modelo de Pure Earth para ayudar a los alfareros en la transición a métodos sin plomo.
A través del programa Comunidades de Conocimiento, el Instituto Mexicano del Seguro Social, la Universidad Iberoamericana, el Instituto de Fomento de la Artesanía Tabasqueña, Dignicraft, Innovando la Tradición, entre otros socios, nos están ayudando a consolidarnos en cuatro estados adicionales a los que ya hemos trabajado: Tlaxcala, Tabasco, el Estado de México y Oaxaca, sensibilizando, al menos a unas 16 comunidades alfareras.
Sin embargo, falta mucho por hacer para que, por ejemplo, en el país disminuya la concentración de plomo en la pintura de grandes superficies, que es la más alta según la última muestra realizada a nivel global.
Por ello, nuestra labor debe ser incansable y productiva. Está de por medio la salud de las y los mexicanos; está de por medio el coeficiente intelectual de niños y niñas del mundo entero y la vida de todos. Con ese antecedente, este 2024, donde seguiremos implementando acciones certeras en contra del uso del plomo, les invito a tomar conciencia, desde casa, desde el trabajo, desde las escuelas, desde las empresas, desde los centros de salud y todos los sectores que componen nuestra sociedad, en que el plomo mata, aniquila la esperanza, pero para revertir estas consecuencias y salvar vidas hay que trabajar todos juntos.