Semana definitoria para los mercados
Esta semana varios bancos centrales en el mundo sostendrán sus reuniones programadas de política monetaria, para decidir el nivel de su tasa de interés de referencia. Entre ellos se encuentran el Banco de Inglaterra, el Banco de Japón, el Banco de Noruega, el Banco Nacional de Suiza, el Banco de Reserva de Australia, el Banco Central de Brasil, el Banco de la República de Colombia, así como el Banco de México y el Banco de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed). Sin duda, el más relevante a nivel global es el Fed y lo que decidirá su Comité de Operaciones de Mercado Abierto (FOMC).
El consenso de analistas y los precios de los activos financieros relacionados no anticipan ningún movimiento del intervalo de la tasa de fed funds, actualmente entre 5.25 y 5.50 por ciento. No obstante lo anterior, los participantes de los mercados anticipan que el tono del comunicado que acompaña la decisión tenga un carácter más restrictivo (‘hawkish’). Pero más importante aún, algunos estiman que en la presentación de sus escenarios –que publican ‘cada otra reunión’–, disminuyan el número de recortes a la tasa de fed funds. En la última presentación del pasado 13 de diciembre, la mediana de los miembros del FOMC estimaba tres recortes de 25 puntos base (0.25 puntos porcentuales) a la tasa de fed funds. Es decir, que el intervalo terminaría este año en un nivel entre 4.50 y 4.75 por ciento. Sin embargo, este miércoles podría modificar esta proyección a solo dos recortes de 25 puntos base (pb) a 4.75-5.00 por ciento.
Los datos de inflación al consumidor y al productor de febrero –que se publicaron la semana pasada–, se ubicaron por arriba de lo anticipado, sobre todo en los indicadores subyacentes, los que eliminan los componentes más volátiles como energía y alimentos. En este sentido, el Índice de Precios al Consumidor (CPI) subyacente en EU registró un incremento mensual de 0.4 por ciento en febrero, por arriba de lo que anticipaba el consenso de analistas en 0.3 por ciento. Asimismo, el Índice de Precios al Productor (PPI) observó un crecimiento de 0.3 por ciento, por encima de lo que anticipaba el mercado en 0.2 por ciento. En términos anuales –como estamos más acostumbrados a ver la inflación–, la inflación general se ubicó en 3.8 por ciento, ligeramente menor que el 3.9 por ciento del año anterior, mientras que en el caso del componente subyacente, se anticipa 2.0 por ciento, el mismo incremento que el mes anterior.
El problema que se observa en EU en este sentido es que para que las alzas de tasas de interés puedan llegar a disminuir la inflación, es necesario que la economía ‘se enfríe’ (“¿Está funcionando la política monetaria?”, 23 de julio, 2023). Hasta el momento efectivamente la inflación ha disminuido significativamente desde 9.2 por ciento en junio de 2022 –nivel no visto desde 1981–, al actual 3.2 por ciento. Sin embargo, el objetivo de inflación del Fed es 2.0 por ciento y más importante aún, la economía de EU no solo ha continuado creciendo, sino que ha acelerado su paso. El PIB inició el año pasado creciendo 2.2 por ciento en el primer trimestre, seguido por un crecimiento de 2.1 por ciento en el segundo, para acelerar su crecimiento a 4.9 por ciento en el tercer trimestre. Si bien cerró el año creciendo 3.2 por ciento en el cuarto trimestre, de todas maneras, es una tasa significativamente más alta que en 1T y 2T. Realmente es difícil hablar de una desaceleración.
Entonces, ¿por qué ha bajado la inflación? Porque se han disipado los choques de la pandemia, las post-pandemia y de la invasión rusa en Ucrania, pero es difícil pensar que ha sido por la restricción del Fed. Nunca vamos a saber el contrafactual. Es decir, ¿qué hubiera ocurrido si el Fed no hubiera subido tasas desde marzo de 2022? Tal vez la economía de EU hubiera crecido todavía más y la inflación hubiera disminuido menos de lo que lo ha hecho. Así es que no podemos ‘tirar a la basura’ el esfuerzo del Fed, pero de todas maneras todo parece indicar que el Fed tendrá que ser más cuidadoso y demorar el momento en el cual baje tasas o bajarlas de manera más gradual.
Por su parte, el Banco de México también anunciará su decisión de política monetaria esta semana, el jueves. A pesar de una gran cantidad de similitudes entre las circunstancias de la dinámica de precios y actividad económica entre México y los Estados Unidos, la Junta de Gobierno de Banxico se encuentra en una situación diferente. Por un lado, Banxico inició su ciclo de alza de tasas desde junio de 2021, nueve meses antes que el Fed. Asimismo, Banxico subió la tasa de referencia en 725pb, mucho más que el Fed, que la elevó en 525pb.
Por otro lado, el nivel de restricción monetaria de Banxico es muy alto. En este sentido, la tasa real ex-ante en México –i.e. la tasa nominal (11.25 por ciento) ‘menos’ las expectativas de inflación a 12 meses (3.84 por ciento)–, se encuentra en 7.2 por ciento, un nivel muy restrictivo con respecto al nivel que el mismo Banco de México tiene como ‘neutral’ entre 1-8 y 3.4 por ciento. Debido a esto, Banxico puede disminuir el alto grado de restricción, reconociendo que es innecesario, sobre todo dada la disminución significativa tanto de la inflación –de 8.7 por ciento en septiembre de 2022 a 4.4 por ciento en febrero–, como de las expectativas de inflación. Es por ello que el consenso de analistas anticipa que la Junta de Gobierno recorte la tasa de referencia en 25pb a 11.00 por ciento este jueves y lo será también muy interesante la ‘guía futura’ que Banxico quiera incorporar en el comunicado que acompaña la decisión.