Las etapas que llevaron a Carla Rodríguez a liderar la industria de la belleza
Nuestro Secreto llegó a revelar los secretos de los maquillistas y dar visibilidad a marcas extranjeras en el país. El incursionar en un nuevo sector desde cero, ha sido el mayor reto de Carla.
Cuando Carla Rodríguez trabajaba como contadora en el área de auditoría interna en una farmacéutica, no imaginó que un día su carrera tomaría otro rumbo. No solo cambió de sector, sino que incursionó en el emprendimiento y hoy ese salto de fe es Nuestro Secreto, la tienda de maquillaje que se posiciona como líder de la industria de la belleza y cuidado personal.
En 2011, Carla y su esposo decidieron emprender en un sector totalmente desconocido, porque si bien Carla siempre ha sido apasionada del maquillaje y arreglo personal, no era lo mismo crear negocio en ello.
Una experiencia de compra insatisfactoria, fue el detonante para intentarlo.
“A raíz de un problema de entrega de unas paletas de sombras de ojos, vi un área de oportunidad importante en el sector que nadie estaba atendiendo. Esas sombras venían de otro país, y en esa época, era poca la oferta de los productos en el país, además que solo se manejaban grandes marcas en tiendas del tamaño de Liverpool o Palacio de Hierro. Ahí aprovechamos para entrar”, expresó Carla Rodríguez.
El inicio
De esa manera, comenzó la primera etapa de Nuestro Secreto: la planeación, donde la investigación de mercado, la atracción de gente que confiara en la misión de transformar el sector y empoderar a las mujeres, y el relacionamiento con marcas de talla internacional, fueron los principales elementos de acción.
Al encontrar un sector en crecimiento constante y con una infinidad de posibilidades, Carla y su esposo apostaron por convertirse en proveedores de esas marcas que tenían poca o nula presencia en el país y que salían de lo tradicional. Por ejemplo, sombras que innovaban con los colores, incluían glitters, tenían colores neón u ofrecían mayor pigmentación. Cuando trajeron una marca muy solicitada en ese momento y considerada entre las favoritas de los maquillistas, las visitas a la tienda no se hicieron esperar.
“Los grandes profesionales llegaban porque solo podían conseguir lo que buscaban en otros países, y eso representó un alivio y ahorro para ellos, además que se elegían otros productos. Esto nos permitió comenzar a ser visibles y más cuando venían actrices o personas de la farándula que iban a buscar los productos que les aplicaban los maquillistas. Nuestro secreto vino a revelar los secretos de los profesionales”.
La ejecución
Estos primeros pasos, donde colaboraban solo cuatro personas y la oficina estaba en un departamento que tenía el matrimonio, permitieron inaugurar un punto de venta en una isla de Galerías de las Estrellas, porque hasta el momento, su venta se basaba en el e-commerce. Aunque por tres meses no vendieron un solo producto en piso, trabajaron por seguir posicionándose y seguir reforzando las alianzas con figuras importantes del gremio.
De esa forma, lograron no solo impulsar las ventas, sino crecer al grado de requerir un local más grande, donde los clientes no dejaban de asistir, lo que generó un momento de flujo financiero favorable y abrió la oportunidad de nuevas fuentes de trabajo. En ese momento, había ascendido a la segunda fase: la ejecución.
Hasta ese momento Carla trabajaba a la par en la farmacéutica porque sabía que solo podía decidirse por el emprendimiento en el momento que se lograran los objetivos de Nuestro Secreto.
Cuando arrancó la segunda fase, ya tenía seis colaboradores y mejor control económico, así como ingresos favorables, por lo que decidió renunciar finalmente a la otra empresa.
El trabajo constante, el impulso de las colaboraciones con los expertos de la belleza y la determinación por seguir transformando el sector que por años estuvo muy restringido, permitieron a Carla abrir más sucursales físicas y mejorar el e-commerce donde registra una importante afluencia cada mes. Su presencia hoy está en Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, además que cuentan con una nave industrial y emplea a 38 empleados, lo posiciona al negocio en su tercera etapa: ser empresa.
“Con cada fase hay algo nuevo pero ahora puedo decir que lo más desafiante es el haber brincado de un sector a otro, comenzar en algo totalmente nuevo y con limitaciones tanto de personal como económicas porque aunque tenía capital propio, está el reto de generar.
Ser líder también ha sido desafiante y el aprender a conformar equipos talentosos es otro reto importante”.
El futuro
Al momento, Carla considera que Nuestro Secreto está en un momento muy especial. El reto es seguir liderando en un mundo de sobre oferta de productos, especialmente en e-commerce, pero confía que la innovación que siempre han manejado permitirá seguir creando cosas nuevas.
El siguiente paso es abrir una nueva sucursal y ampliar las oficinas a un centro más grande en el centro de la Ciudad de México, con lo que podrían alcanzar la cuarta etapa: la de consolidación. El camino será largo, pero Nuestro Secreto no dejará que nada acabe con la misión por la que nacieron: disrumpir el sector de la belleza y empoderar a las mujeres.