Continuidad de Lacalle: Delgado promete no subir impuestos y dar prioridad a seguridad y narco
Álvaro Delgado, precandidato presidencial del Partido Nacional, marcó el inicio oficial de su campaña para las elecciones internas de junio con un mensaje bastante en línea con lo que fuese la campaña de Luis Lacalle Pou en su momento: una suerte de alerta para los votantes de derecha con la idea de que “lo que está en juego es el futuro de Uruguay”.
En un evento celebrado en el emblemático Palacio Peñarol, Delgado empezó diciendo que quiere dar un debate “constructivo y sin ataques personales”, destacando la importancia de abordar los desafíos del país de manera unida y responsable.
Durante la ceremonia, el líder nacionalista agradeció el apoyo de dirigentes y militantes presentes, enfatizando que este momento era más una celebración que un simple acto político. Además, expresó su solidaridad con las familias afectadas por las recientes inundaciones.
El discurso de Delgado, que estaba previsto para 40 minutos, ya sonó en el más puro tono de discurso político. Comenzando con expresiones de gratitud hacia diversos actores políticos y sociales, el precandidato enfatizó su compromiso con una campaña basada en propuestas y soluciones, alejada de la confrontación estéril y los ataques personales.
El monitor que guiaba el discurso, controlado por sus asesores, delineó los diferentes temas abordados, desde los logros del gobierno actual hasta las promesas de campaña. Delgado destacó la importancia de continuar las transformaciones iniciadas por la administración actual, especialmente en áreas clave como seguridad, infraestructura, agro y ciencia. Esto evidencia que Delgado será la continuidad del gobierno de Lacalle Pou, que ha tenido una mezcla de libertarismo blando y estatismo.
Las propuestas de Álvaro Delgado para conseguir votos
En el ámbito de seguridad, el precandidato anunció la creación de un grupo especializado contra el crimen organizado y el narcotráfico, tomando como referencia el exitoso modelo italiano. En cuanto a infraestructura, se comprometió a impulsar proyectos clave como una autopista para descongestionar la Costa de Oro y expandir el saneamiento a más localidades.
En el sector agropecuario, Delgado presentó un plan nacional de riego para mejorar la productividad y la sostenibilidad. Además, destacó la importancia de invertir en ciencia y tecnología como motor de desarrollo económico y social, prometiendo un aumento significativo en el presupuesto destinado a estas áreas.
Para el exjerarca, la nueva coalición multicolor debe conformarse con el fin de ganarle al Frente Amplio, que tiene formidables chances de regresar al gobierno, y este conjunto de partidos de derecha debe estar “liderado por el Partido Nacional”.
“No vamos a subir los impuestos”, advirtió Delgado
El precandidato del Partido Nacional dejó en claro uno de los temas más debatidos de la campaña al afirmar que en su eventual gestión “no se aumentarán los impuestos, lo diremos de manera contundente”.
Esta parte de su discurso se parece a propuestas que había hecho Lacalle Pou, pero que terminaron debajo de movimientos de franjas en el IRPF, por ejemplo, o de la baja del descuento en el pago con tarjetas de débito, lo que devino en un aumento de impuestos discreto para miles de personas.
Además, destacó el aumento en la calificación crediticia de Moody’s, señalando que el país alcanzó “la mejor calificación de riesgo a nivel internacional en su historia”. Asimismo, resaltó que, a pesar de enfrentar “cinco crisis”, se destinaron 4.450 millones de dólares adicionales, “pero se hizo con convicción porque era una manera de proteger a la población”.
Delgado elogió el desempeño del equipo gubernamental, destacando su compromiso y seriedad en el ámbito internacional. También mencionó el papel destacado del tema ambiental en el proceso económico, señalando que Uruguay fue pionero al emitir deuda con compromisos ambientales, un logro que atribuyó a la ministra Azucena Arbeleche y al presidente del Banco Central del Uruguay, Diego Labat, este último reconocido por reducir la inflación a la mitad en un contexto desafiante.