Laberinto de pasiones
Simeone avisó de que el partido contra el Depor, lejos de ser un trámite con el que entretener la sobremesa, era uno de esos duelos enrevesados e indigestos que se resuelven (y no siempre) a fuerza de chispa y brega, pero la inquisición mediática decretó, a la carrera, que a otro perro de prensa con el roído hueso.