Béziers: de cátaros, catedrales góticas, burgueses millonarios y maravillas de la ingeniería
Lo primero que conocí de Béziers fue el Cementerio Viejo. No era, creo, algo especialmente premeditado por mi guía, pero visto ahora con la perspectiva de unos meses tiene cierta coherencia con el hecho de que la primera vez que oí hablar de esa ciudad fue dentro de aquella terrible anécdota de la cruzada cátara, cuando el obispo sentenció a muerte a todos los habitantes de Béziers en la seguridad de que Dios ya sabría distinguir los buenos cristianos de los herejes.