Max Schmeling contra Joe Louis
Contratapa
Hitler lo mira y en su cara brillan el entusiasmo triunfal y ese extravío temible, arrasador, que bien le conocen quienes suelen rodearlo, trabajar con él o rendirle honores. El hombre que está frente al Führer, un excepcional deportista, una buena persona, no ha cometido ninguno de esos excesos. Es un buen alemán, pero no un nacionalsocialista. Algo raro en...