La simplicidad de la fe
Contratapa
Hace unos tres mil años –quizá más, quizá menos– vivía en la tierra de Uz, entre las arenas de la península arábiga, un buen hombre llamado Job. La vida de Job corría por cauces amables; las ovejas de sus rebaños se multiplicaban, su tropilla de camellos de un solo pelo se paseaba por la llanura con inigualable...