El club más rico del mundo, los resultados más pobres de Europa

Cuando el Fondo Público de Inversiones de Arabia Saudí (comúnmente conocido como PIF) compró el Newcastle United a principios del pasado mes de octubre, el club atravesaba uno de los momentos más complicados de su historia reciente. Era penúltimo en liga y, bajo el yugo de su expropietario Mike Ashley, su afición llevaba demasiados años instalada en la agonía de la parte baja de la clasificación aun cuando sus aspiraciones, aunque fueran únicamente sentimentales, eran diametralmente opuestas. Otrora un grande en su país, el hecho de sobrevivir cada año en la Premier no era suficiente para un gentío que cada dos semanas abarrotaba el histórico St. James’ Park. Sin embargo, llegó el capital árabe y con él la ilusión a la rivera del Tyne. De este modo, tras la adquisición del PIF, cuya fortuna es de alrededor de 320.000 millones de euros (convirtiéndo a los ‘magpies’ en el equipo más rico del mundo), comenzaron a sonar grandes nombres para implementar a una plantilla deficiente y así evitar la quema del descenso, el único objetivo de este curso. Salvando la categoría, el plan de la nueva dirección del club, que no es otro que asaltar la élite en la temporada que viene tras un desembolso de época en el próximo mercado estival, seguiría en marcha.


Pero noviembre ha llegado a su fin y el Newcastle no ve la luz al final del túnel. Después de 12 partidos de Liga, es colista, ha cambiado de entrenador, aún no conoce la victoria y está a seis puntos de una salvación, que marca el Watford con 13 puntos. En el plano deportivo, el equipo acumula desgracia tras desgracia y no logra alcanzar su fondo; pero en el aspecto institucional, las noticias tampoco son halagüeñas. A finales de octubre, la totalidad de los equipos que conforman la Premier League se reunieron de urgencia para prohibir de forma temporal (un mes) los contratos de patrocinio entre los clubes y su propietario. En este caso en particular, entre Newcastle y el PIF, el fondo presidido por Mohamed bin Salmán, príncipe heredero de la monarquía saudita. Ahora, según el ‘Daily Mail’, la medida ha sido prolongada hasta el 14 de diciembre, lo que limita considerablemente la financiación de los del noreste de Inglaterra.


Eddie Howe, la única esperanza
En el joven técnico inglés Eddie Howe, que sustituyó al veterano Bruce hace escasas semanas en el banquillo de St. James’ Park, residen las pocas expectativas blanquinegras de quedarse en Primera. El club solo suma siete puntos y la empresa se intuye complicada, pero en el hombre que con 31 años cogió las riendas del Bournemouth en Cuarta división, lo ascendió a la Premier y lo mantuvo allí cinco temporadas, hay cierta confianza. De hecho, en el encuentro del pasado martes, el primero de Howe ante su público, la grada le dedicó una bonita pancarta dedicada a su obra y milagros (está en la imagen que preside este artículo).




Eddie Howe dando indicaciones a sus jugadores Fede Fernández y Joelington
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Reuters
El Newcastle suma solo siete puntos, pero en los dos encuentros que ha dirigido el ex de los ‘cherries’, ciertamente, el juego del equipo ha mejorado de forma notoria. Ante el Arsenal en el Emirates, pese a que ya no mostraron una imagen de equipo muerto e incluso tuvieron varias oportunidades para adelantarse en el marcador, fueron derrotados (2-0). Y el martes, en un duelo directo ante el Norwich (último frente penúltimo) los ‘magpies’, que jugaron con diez desde el minuto nueve tras una infantil autoexpulsión de Cieran Clark, marcaron primero por medio de Callum Wilson; pero un gol de Pukki en el tramo final de partido les privó de su primera victoria en Premier League. Finalmente, otro empate que pesa como una losa: ya son doce jornadas sin conocer la victoria en liga, un paupérrimo registro solo igualado por el Greuther Fürth alemán entre las grandes competiciones domésticas del continente.


Mientras la incertidumbre sobre si la nueva dirección del club podrá invertir una millonada en fichajes invernales sigue sobrevolando sobre Newcastle, la idea de Howe es construir un equipo sólido que frene la hemorragia de tantos en contra (con 30, es el equipo más goleado de la Premier) a la par que define una idea propositiva en torno a sus jugadores más talentosos. Futbolistas como Schar, Shelvey, Saint-Maximin o Wilson, que previsiblemente seguirán en el proyecto blanquinegro el próximo curso, deben dar un paso al frente. Entre tanto, el sábado ante el Burnley (antepenúltimo), el United tiene una oportunidad de oro para intentar salir del pozo.