Que los futbolistas viven en una burbuja, prácticamente extirpados de la realidad, es un hecho innegable. Pero en los últimos tiempos, este refugio en el que habitan se ha hecho tan profundo y hermético que algunos de ellos, incluso los más mediáticos, parecen mostrar facilidad para sobrepasar los límites más sagrados de la sociedad, las líneas rojas infranqueables, como es el caso de los delitos sexuales. El suceso protagonizado por el lateral hispanomarroquí Achraf Hakimi , uno de los astros más brillantes de la infinita constelación del PSG, inculpado por la presunta violación de una joven de 24 años, confirma que cada vez son más los que incurren en estos actos, o al menos los que tensan la cuerda lo suficiente para que se les investigue en firme. Cierto es que la presunción de inocencia prevalece hasta que un juez diga lo contrario, y casos como el de Dani Alves , pese a los indicios, aún no han arrojado una sentencia definitiva. Pero cada vez, con más frecuencia, sobre todo en los últimos meses, el deporte rey cojea de lo mismo. Achraf era hasta hace solo unos días el niño modelo del fútbol planetario. Su imparable ascenso desde un entorno humilde hasta convertirse en uno de los laterales más cotizados del planeta, y su impecable papel en el Mundial de Qatar del pasado noviembre con Marruecos , primera selección africana en llegar a las semifinales de la Copa del Mundo, le brindaron una cascada de elogios al madrileño. Las fotos con su madre en las gradas qataríes tras la hazaña incluso le aportaron las gotas de ternura que toda gran historia merece. Mural en Barcelona de la icónica imagen de Achraf y su madre durante el Mundial de Qatar AFP Una realidad bruscamente paralela a la que el zaguero vive estos días, bajo custodia judicial y con la prohibición de ponerse en contacto con la presunta víctima, aunque con sus obligaciones futbolísticas intactas hasta que la investigación de la Fiscalía francesa avance (podrá jugar la vuelta de los octavos de Champions contra el Bayern Múnich el próximo miércoles). La abogada de Achraf dice que es un «chantaje» Pocas son las voces que se han pronunciado sobre la escabrosa situación. Fanny Colin , abogada del jugador, aseguró ayer que las acusaciones son «falsas» y que se trata de un caso de «chantaje», según la letrada, porque la presunta víctima nunca llegó a denunciar a Achraf (fue la Fiscalía la que actuó por cuenta propia cuando ella acudió a una comisaría a narrar los hechos) y porque esta se negó a someterse a ningún examen médico o psicológico. Mientras, el PSG le ha apoyado en un comunicado e insiste en que debe ser la justicia la que marque el tempo del procedimiento. Noticia Relacionada Fútbol estandar No La cárcel ya espera a Robinho Pedro Cifuentes El brasileño, a punto de entrar en prisión por violación tras años de regates judiciales De momento, su técnico, Cristophe Galtier , se negó a responder ayer preguntas sobre el caso de Achraf, más allá de confirmar que no estará disponible para el partido de hoy de la liga francesa ante el Nantes, aludiendo a que el jugador aún no está recuperado de los problemas físicos que le han apartado de los terrenos de juego desde el 11 de febrero. «El club ya comunicó su postura al respecto», declaró ante los micrófonos el técnico francés, una postura que, hasta la fecha, se ha mostrado cauta a la hora de tomar una decisión sobre el futuro del jugador, mucho menos contundente que la que por ejemplo aplicó el Manchester United con Mason Greenwood . El delantero de 21 años fue detenido en enero de 2022 tras ser acusado de violación y malos tratos a su pareja. Los ingleses, inmediatamente, lo apartaron del equipo e incluso retiraron todos los productos de su tienda con su dorsal y nombre. Nike se desvinculó de él y el famoso videojuego FIFA decidió eliminar su versión virtual para que nadie pudiese jugar con un presunto violador. Hace poco más de un mes, se le retiraron todos los cargos, aunque su vuelta a la disciplina del United sigue siendo una incógnita. Greenwood, en uno de sus últimos partidos con el United ABC El río nunca ha dejado de sonar, solo que ahora la sociedad, más concienciada, no permite ni la más mínima transgresión. El caso de Dani Alves , exjugador del Barcelona, es el más reciente. El brasileño, presuntamente, habría violado a una joven el pasado 30 de diciembre en una discoteca de la Ciudad Condal. Mientras la investigación sigue su curso, el lateral vio cómo el Pumas mexicano, su actual equipo, rescindió su contrato unilateralmente, además de reclamarle una indemnización millonaria. Santi Mina , exjugador del Celta, vive exiliado en Arabia Saudí después de que se le condenasen a cuatro años de cárcel por abuso sexual y chantaje a la víctima. Benjamin Mendy (evitó la cadena perpetua tras ser absuelto de seis casos de violación, aunque hay uno más pendiente), Marc Overmars (dimitió tras ser acusado el año pasado de haber acosado a compañeras de trabajo como Director Deportivo del Ajax) y Robinho (condenado a nueve años en Italia por violación) son otros casos de que el fútbol se pudre por los escándalos sexuales.
