Moribundo, junto a un cauce, en busca de agua con el que saciar su sed y bajar su temperatura, un cadáver un poco más allá... Es la estampa que muchos ganaderos se han encontrado al salir al campo. Y no era la de sus animales, sino la de cérvidos que no han conseguido salvarse de la picadura del mosquito culicoides. Ese vector que transmite la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE ) y que sobre todo el año pasado hizo estragos en la cabaña ganadera de vacuno, que este estío tampoco se ha salvado... Читать дальше...