En la primera mitad de la década pasada tres jóvenes de entre 25 y 29 años sorprendieron en el futbol mexicano al liderar los proyectos de tres clubes de futbol de Primera División, algo poco usual en un mundo directivo acostumbrado a personajes de largo recorrido, experiencia o bien, con pasado dentro de las canchas, ya sea como futbolista o en menor proporción como entrenador.Al igual que lo hizo la noticia de la llegada de Aleco Irarragorri, hijo de Alejandro, a la presidencia ejecutiva del Club Santos... Читать дальше...