Propuesta de agente de telecomunicaciones
El agente de telecomunicaciones René Garay Santana (Carretera Central 611, Banda Esperanza, entre Campo y Circunvalación, Reparto Virginia, Santa Clara) considera que el gremio al cual pertenece está atravesando momentos difíciles desde el punto de vista económico por la caída abrupta de sus ingresos y la ya ínfima comisión de un 10 por ciento que perciben.
Y todo ello, añade, aunque esos trabajadores del sector no estatal son una fuente de empleo digna para personas jubiladas, pensionadas o cuidadoras de semejantes de avanzada edad, con enfermedades crónicas y degenerativas. Son actores económicos que jugaron un papel preponderante durante el difícil período pandémico de la COVID-19.
«Han ayudado a descongestionar las oficinas comerciales de Etecsa, afirma, prestando servicios análogos a lo de esa empresa, como el cobro de facturas, la recarga de teléfonos móviles y la venta de tarjetas prepagadas de diversas denominaciones».
Sostiene que los ingresos de estos facilitadores han ido decreciendo significativamente, entre otras causas, por las continuas recargas internacionales de teléfonos móviles, con atractivas oportunidades para sus clientes; el útil proceso de bancarización, y la disminución de la cuantía en las facturas del servicio telefónico fijo.
Así, manifiesta, la mayor parte de sus clientes ya no acuden al servicio del agente de telecomunicaciones. Muchos de aquellos prefieren comprar saldos a personas que reciben recargas internacionales, los que se venden de forma promocionada por los barrios. Hay quienes, al ser propietarios de hasta tres líneas de móviles, las emplean todas o casi todas para recibir beneficios de las ventas de saldo.
René no niega la importancia del necesario avance hacia la digitalización del país y el proceso de bancarización, como una de sus vertientes. Sin embargo, percibe como otra arista del problema el hecho de que el cliente prefiere acudir a los servicios desde su propio teléfono móvil, recibiendo incluso la comisión bancaria correspondiente.
Al final, el único incentivo del cliente para pagar sus facturas mensuales al agente, es que este último se presente de forma personalizada en su hogar. Pero muchos abonados al servicio telefónico fijo han migrado a las pasarelas digitales para gestionar sus pagos.
Además, la cuantía de las facturas ha disminuido considerablemente producto de la utilización de los teléfonos móviles para las llamadas, lo que trae aparejada la afectación al 10 por ciento de comisión que recibe el agente.
Y considera que tal situación se podría revertir si se aumentara hasta un 30 por ciento la comisión que recibe el agente, tomando en cuenta que es una inversión autofinanciada. Ello se podría hacer aumentando la comisión al agente o vendiendo el saldo a los clientes a un precio menor, y que la comisión vaya directo al agente.
También, plantea, se podrían incrementar en el módulo de agentes de telecomunicaciones en el monedero Mi Transfer, todos los servicios (sin excepción) que se prestan por la pasarela de pago Transfermóvil, incluyendo el cobro de facturas de electricidad, agua, y otras.
De esta forma, concluye, el agente de telecomunicaciones, pudiera ser también un contribuyente importante de la sociedad, pues todos o casi todos aportarían a la ONAT. Y sería un aliado importante e impulsor de la digitalización de la sociedad, dentro de nuestros barrios, al prestar todos los servicios de pago por canales digitales.
Por otra parte, este redactor reitera que en días pasados, tanto parte de la base de datos digital archivada de nuestro periódico, como también parte de las cartas recibidas en las últimas semanas en el correo electrónico de esta sección, se perdieron por un accidente técnico en nuestro servidor.
Insisto en que los remitentes de cartas a nuestra sección en las últimas semanas, ante los cuales nos disculpamos, reenvíen sus misivas. Muchas gracias.