NAVEGANTE DESTACADO RALLY CHILE BIOBÍO – CARLOS GARRAFA
En el Rally Chile Biobío, Carlos Garrafa aprovechó su experiencia de 13 años como navegante para acompañar el gran trabajo hecho en conjunto con Max Sfeir.
Mientras que el copiloto argentino radicado en Santiago ya había participado de la fecha mundial, en la primera edición de 2019, ahora muchos de los tramos fueron diferentes y el equipo en el que intervino esta vez, también. En aquella oportunidad, había corrido junto a José Tomás Fernández en el Ford Fiesta R2 turbo, con el que fueron sextos en la clase RC4.
Desde que empezó 2024, Garrafa y Sfeir han competido en cinco eventos, dos de Avosur con un Mitsubishi Lancer Evolution III (un triunfo en Chillán/Chillán Viejo en programación compartida con Copec RallyMobil) y tres a nivel nacional sobre el Renault Clio R3 sobre el cual el fin de semana pasado se impusieron en esa subdivisión.
Carlos Garrafa describió: “Max llegó a la carrera con mucho entusiasmo, pues correr una fecha mundial en su propio país era uno de sus grandes anhelos. Desde que empezó a usar este Renault en Arauco, se le hicieron varias mejores, prácticamente desde cero, desde encuadrar el chasis a cambiar componentes mecánicos nuevos. La semana anterior, habíamos hecho una prueba corta en Pyt’s Park como para comprobar que estuviera todo en orden. Teníamos confianza en las notas que ya habíamos recogido en Yumbel y Arauco, así en los reconocimientos nos dedicamos solamente a repasarlas. El Shakedown fue corto porque pinchamos un neumático y no queríamos arriesgar más el auto. Pasamos la primera etapa sin mayores problemas, lo cual nos tranquilizó porque en la fecha nacional, habíamos abandonado demasiado temprano en esos caminos. El sábado, en María Las Cruces, tuvimos un problema con unos cables que se habían desconectado y nos dejaron sin corriente ni alternador. Aislamos el cable que nos complicaba, empujamos el Clio y seguimos, aunque penalizamos 1m10s por llegar tarde 7 minutos al control horario. Por la tarde, veníamos bajando los tiempos, pero se repitió el inconveniente eléctrico. En la segunda pasada por Pelún, abandonó el Citroën de Tomás Gallardo, así que el domingo, sabiendo eso, salimos con el único objetivo de terminar el rally. Fuimos precavidos en el barro más espeso de la mañana. Laraquete le gusta mucho a Max, así que nos fue muy bien. Posteriormente, veníamos casi adivinando por dónde veníamos, ya que la niebla era en extremo cerrada. Si hasta doblamos 20 metros antes en una curva por eso, terminando en el campo. Estamos felices con lo vivido, a pesar de que debimos superar algunos traspiés. El premio a la perseverancia apareció en forma de victoria en la subclase R3. Agradezco al equipo por su gran asistencia y a Sfeir por la confianza en hacer binomio este año, ya que desde que es así, lo pasamos de lo mejor en cada competencia”.
Fotos: Luis Barra/Cristian Lagos