En los últimos años, una empresa multinacional, de nombre Ultimate Fighting Championship (UFC) , se ha erigido como uno de los grandes entes deportivos del planeta. Su producción audiovisual y en directo de alta calidad, el contar con una diversidad de luchadores, una estrategia de marketing muy pulida, el desarrollo de talentos desde la base, una innovación constante y una original construcción de relatos les ha permitido, entre otros factores, ser una de las organizaciones deportivas con mayor atractivo del sector. Tal es el éxito y la popularidad que ha logrado la UFC en los últimos años, que numerosos curiosos todavía confunden el deporte que hay detrás, las MMA, con la propia marca líder que promueve los combates. Pero la realidad es que hay una disciplina como trasfondo que ha ido evolucionado a pasos agigantados hasta convertirse en el deporte de mayor crecimiento en el último lustro a nivel mundial . Con todo, hay muchas personas que todavía se preguntan: ¿Qué son las MMA? Pues bien, lo primero que hay que señalar es que se trata de un acrónimo inglés de artes marciales mixtas. Y su propio nombre nos empieza a dar pistas fiables. Son un deporte de combate en el que se combinan técnicas de diferentes artes marciales y deportes de contacto. Esto incluye a disciplinas como el boxeo, el jiujitsu brasileño, la lucha libre, el muay thai, el kárate o el judo, muchas de ellas olímpicas. Si hay un elemento diferencial en este deporte es que los combates se llevan a cabo en una jaula, que en el caso de la UFC tiene forma octogonal, aunque lo tienen patentado, por lo que otras promotoras utilizan formas circulares o hexágonos. Los competidores combinan técnicas de golpeo con otras de agarre (grappling) y cuerpo a cuerpo. E incluso luchan en el suelo con el fin de hacer rendirse a su oponente. A priori, puede parecer algo ancestral, de otra época, y no es del todo equivocado, pues son una suerte de gladiadores, pero del siglo XXI. Y, sobre todo, cuentan con una estricta regulación y numerosos valores detrás de cada combate. El resultado es un deporte que para de crecer en popularidad, con estrellas como Ilia Topuria , y una transmisión de emociones en el espectador, con adrenalina, euforia, tensión, inspiración e incluso frustración.
