Las tobilleras y los tackles de Neeskens marcaron una generación

Cuando el Camp Nou olía a puro y a ‘rico chupón’, llegó Johan Neeskens para completar el Barça de Michels y Cruyff que acababa de ganar la Liga del 0-5. Futbolísticamente, al equipo no le funcionó la entrada de Neeskens por Sotil, pero Johan II se puso la afición en el bolsillo en pocas semanas. Su forma de rascar, insólita en el Barça de los 70, contagiaba a la grada. Los niños, de pronto, para jugar al fútbol, nos vestíamos como Neeskens: con la camiseta por fuera y con las tobilleras blancas a la vista, por encima de los calcetines. El holandés marcó tendencia en la moda deportiva. Ya que no podíamos ser rubios como él, ni tener esas patillas con tanta personalidad, nos vestíamos como Neeskens para jugar en el patio o en la calle. También puso de moda el tackle, cuando ni siquiera sabíamos que existía la palabra. Pero esa forma de Neeskens de lanzarse al suelo, con los dos pies, para arrebatar el balón al contrario sin hacer falta, fue su jugada más característica. Lo nunca visto.

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