El presidente de EE.UU. y la vicepresidenta, también candidata demócrata a las elecciones, fueron este lunes categóricos en su apoyo a Israel y la defensa de su pueblo ante los ataques de Hamás de hace un año. No hubo críticas ni condenas a la respuesta de Israel, sino una reafirmación del compromiso inquebrantable de EE.UU. en respaldar a su aliado. Joe Biden subrayó que Israel tiene el derecho legítimo a defenderse frente a sus enemigos y que su administración continuará brindando apoyo militar y diplomático para garantizar la seguridad del estado hebreo en un entorno de creciente hostilidad. «El 7 de octubre se ha convertido en el día más mortífero para el pueblo judío desde el Holocausto», dijo el presidente en una solemne vigilia de recuerdo y duelo por las víctimas en la Casa Blanca. «Un año después, la vicepresidenta Harris y yo seguimos plenamente comprometidos con la seguridad del pueblo judío, la seguridad de Israel y su derecho a existir», añadió. Biden destacó que él y Harris apoyan el derecho de Israel a defenderse de los ataques de Hezbolá, Hamás, los hutíes de Yemen e Irán. No hubo condena alguna por los costes de la respuesta israelí, a diferencia de la mayoría de socios europeos, incluida España. Al contrario, Biden afirmó que EE.UU. seguirá apoyando a Israel . «La semana pasada, bajo mi dirección, las fuerzas armadas de EE.UU. volvieron a asistir activamente en la exitosa defensa de Israel, ayudando a derrotar un ataque con misiles balísticos iraníes», dijo el presidente. Aunque lamentó las muertes civiles en la Franja de Gaza, que alcanzan las 41.000, Biden responsabilizó principalmente a Hamás por ellas . «Demasiados civiles han sufrido demasiado durante este año de conflicto, y decenas de miles han muerto, un costo humano agravado por los terroristas que se esconden y operan entre personas inocentes», dijo. De los 1.200 muertos por Hamás, 46 eran estadounidenses . El grupo terrorista tomó 250 rehenes, de los que queda un centenar en cautiverio. Entre ellos, al menos cuatro son estadounidenses. «Han pasado por un infierno», afirmó Biden. «Mi administración ha negociado la liberación segura de más de 100 rehenes, incluidos estadounidenses. Nunca dejaremos de trabajar hasta que todos los rehenes restantes regresen a casa de manera segura». Biden también condenó enérgicamente el « aumento brutal del antisemitismo » en EE.UU. y en todo el mundo, señalando que es inaceptable y que «todos debemos estar unidos contra el antisemitismo y contra el odio en todas sus formas». En 2023, los incidentes antisemitas en EE.UU. alcanzaron un récord histórico, según la Liga Antidifamación, con un aumento del 140% respecto a 2022. Se registraron 8.873 incidentes, incluidos casos de acoso, vandalismo y agresiones. La mayoría (6.535) fueron de acoso, 2.177 de vandalismo y 161 de agresiones. El conflicto desatado por Hamás provocó un aumento notable, con 5.204 incidentes desde el 7 de octubre. Biden aseguró que su administración no dejará de trabajar para lograr un acuerdo de alto el fuego en Gaza que traiga a los rehenes de vuelta a casa, permita un aumento en la ayuda humanitaria para aliviar el sufrimiento en el terreno, garantice la seguridad de Israel y «ponga fin a esta guerra». Sin embargo, esto no es suficiente para los republicanos . En otro homenaje cerca de la Casa Blanca, el senador J.D. Vance, candidato a vicepresidente junto a Donald Trump, afirmó que, a pesar de todo, Biden y Harris no han hecho lo suficiente para liberar a los rehenes que mantiene Hamás. «Es una vergüenza que tengamos un presidente y una vicepresidenta de EE.UU. que no han hecho nada», dijo Vance. «Vicepresidenta Harris, nuestro mensaje es: Tráiganlos de vuelta a casa. Utilicen su autoridad para ayudar a traerlos de vuelta. Podemos hacerlo. Solo necesitamos un liderazgo verdadero». El senador Vance también declaró que, cuando Trump sea presidente, EE.UU. protegerá a los judíos estadounidenses. Además, aseguró que se dejará de financiar a los radicales antiestadounidenses y antisemitas, y que se traerá de vuelta a los rehenes estadounidenses, sin importar dónde se encuentren o quién los tenga.
