Incómodo momento por un momento el que se vivió anoche en el restaurante de 'First Dates' ( Cuatro ). Y es que, el equipo del programa se encontró con lo que nunca hubiera imaginado ante las cámaras, una sonora queja de uno de los solteros que disfrutaba de una velada conociendo a la que podría ser su media naranja. Una anécdota que marcó la cita y que dejó a la camarera del espacio de la cadena de Mediaset sin saber dónde meterse por unos segundos. Tomás llegaba a 'First Dates' con una gran seguridad. Carlos Sobera, que le daba la bienvenida, se quedaba alucinado con la gran altura que tenía. «Mis hijos y el baloncesto son mis pasiones en ese orden», manifestaba el soltero que comentaba al presentador del programa de Cuatro que en sus ratos libres era entrenador de baloncesto, mientras que sobre el amor, el hombre apuntaba que llevaba divorciado «diez años» y que en este tiempo había tenido «escarceos» porque no tenía tiempo libre. Para la cita, 'First Dates' le presentó a Gloria, divorciada también, con la que Tomás enseguida conectó. Así, el encuentro se fue sucediendo maravillosamente bien y las conversaciones fluían entre los dos solteros. Sin embargo, la cena pasó por un 'tenso' momento cuando el programa de Cuatro les propuso a los comensales una serie de preguntas para que se conocieran más. ['Espejo Público' saca a la luz las deudas de Terelu Campos: «De momento, se va a librar de la cárcel»] «¿Eres activo o pasivo en la cama?», fue la primera cuestión que se lanzó y que fue respondida sin problemas, algo que no ocurrió con la segunda pregunta. «¿Dónde hay pelo hay alegría?», decía en alto Gloria que dejaba estupefacto a Tomás. «¿En serio?», le reprochaba señalándose la calva. «A lo mejor se refieren a otros», apuntó la soltera queriendo quitar hierro al momento. «¡No! El pelo en la barba, que es mi personalidad, pero, ya no hay más», manifestó el hombre . Entonces, cuando llegó la camarera para preguntarles por cómo iba la cita, Tomás se quejó por la pregunta que había preparado 'First Dates' . «Bien, pero la última pregunta no me ha gustado, porque es un ataque personal» espetó el soltero. «Te juro que yo no fui. De hecho, mi padre es calvo», se defendía la camarera ante el incómodo momento, que Tomás arregló tirando de humor . «Yo no soy calvo, soy ausente de pelo», bromeó el comensal ante las cámaras del espacio de Cuatro.