Academia de Guardacostas lleva seis meses sin impartir cursos por falta de autorización de viceministro
La Academia del Servicio Nacional de Guardacostas (SNG) lleva seis meses sin impartir cursos de refrescamiento porque el viceministro de Seguridad Pública, Manuel Jiménez Steller, no los ha autorizado, según denunció el director de la Escuela, Edson Rodríguez Corrales. Es ese mismo viceministro quien ordenó el traslado de la Academia, desde Quepos, donde estaba alojada desde el 2011, a La Rita de Pococí, en Limón, a 103 kilómetros del mar.
Edson Rodríguez, quien acumula 28 años de servicio en el Ministerio de Seguridad Pública (MSP), explicó que se imparten dos tipos de cursos: “los cursos para refrescar conocimientos” y los de “escalamiento” de rangos policiales. Los de escalamiento están en proceso de actualización, lo cual ocurre cada cinco años, y no se han podido impartir por ese motivo. Sin embargo, los cursos de refrescamiento de conocimientos sí se pueden impartir, pero requieren de la aprobación de Jiménez Steller para ser convocados e impartidos. Sin embargo, no se han dado nuevos vistos buenos desde abril pasado.
Rodríguez subrayó que los oficiales que participan en esas capacitaciones refuerzan áreas clave como rescate acuático, supervivencia y conocimiento de motores fuera de borda, entre otros. Por reglamento, el viceministro debe dar el visto bueno de los cursos para que se abra la convocatoria, y el director emita una circular a los comandantes regionales para que ellos envíen a sus subalternos a instruirse.
En la actualidad están pendientes tres cursos para sargentos, un curso para tenientes y otro más para inspectores.
Este atraso en la actualización de los guardacostas se suma a la orden emitida por el viceministro Manuel Jiménez Steller, para trasladar la Academia desde Quepos, hasta la Escuela Nacional de Policía, en Pococí. En el informe MSP-DM-DVUE-MJS-315-2024, el jerarca argumentó que las instalaciones en Quepos estaban “en deterioro”, y destacó que la nueva ubicación ofrecía infraestructura “de primer mundo”, a pesar de que el mar está a más de 100 kilómetros y solo hay una piscina de 25 metros, para entrenamiento.
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“El problema es que para dar esos cursos yo necesito estar en el mar, un curso de rescate acuático dentro de un aula no lo doy, y en una piscina tampoco, porque lamentablemente a nosotros se nos mueren las personas en el mar, no en una piscina”, subrayó Rodríguez.
Además, en esa migración ejecutada el 11 de julio pasado, la Academia perdió a 11 de sus 16 funcionarios, que fueron reubicados en Golfito, Quepos y Puerto Níspero. Ahora la Academia solo cuenta con el director, tres instructores y un oficial de guardia. Todos ellos son vecinos de Quepos y ahora deben desplazarse 250 kilómetros, en un viaje de casi cinco horas, para llegar a Pococí.
Bodegas con comején
Rodríguez también declaró a La Nación que, a pesar de que el viceministro describe la infraestructura de la Escuela de Policía como “instalaciones de primer mundo”, los equipos de la Academia fueron almacenados en dos bodegas plagadas de comején. Entre las cosas que dejaron en esas estructuras hay documentación importante relacionada con el SNG, proyectores multimedia (video beam) e instrumentos de navegación que ahora son inservibles.
Esta situación fue documentada por el director de la Academia, en videos que compartió con varios medios de comunicación.
De momento, el director y otros compañeros están realizando un conteo de activos para levantar un acta con todos los bienes dañados o perdidos.
El funcionario reiteró su molestia de que el traslado lo ejecutaron mientras él se encontraba de vacaciones, las cuales, asegura, fueron ordenadas por Jiménez Steller. “Él me saca de vacaciones durante todo el mes de julio y yo dejo la oficina cerrada, porque dentro de la oficina solo yo trabajo”, señaló Edson Rodríguez.
El 10 de julio, Rodríguez asegura que su oficina fue abierta sin su consentimiento por la asesora legal de Guardacostas y otros funcionarios, quienes retiraron sus pertenencias y documentos, los metieron en bolsas plásticas y los trasladaron.
“¿Por qué hicieron eso? A mí nunca se me informó que el 10 de julio tenía que irme para Pococí. Sabía de la orden de trasladar la Academia, pero nunca me dieron una fecha”. Agrega que ese acto, en su presencia, nunca se habría ejecutado.
El funcionario le pidió al viceministro, en un oficio, que le aclarara quién dio la orden de abrir su oficina; empero, como no obtuvo respuesta, interpuso un recurso en Sala Constitucional (Sala IV).
Este lunes, La Nación realizó consultas al MSP sobre el tema. La respuesta fue que debido a que el recurso sigue bajo análisis de los magistrados, el Ministerio no puede emitir criterio: “El expediente constitucional en el que se analiza este asunto es de naturaleza confidencial, de ahí nuestra imposibilidad de referirnos a un hecho que se conoce bajo los parámetros de la Ley de Jurisdicción Constitucional”.
Este martes, se remitieron nuevas consultas al MSP; sin embargo, se nos informó que la solicitud estaba en trámite.
En setiembre del año pasado, el viceministro también ordenó sacar a la Policía de Control de Drogas de los puertos, aeropuertos y fronteras terrestres, y delegó el control, decomiso y detenciones por tráfico de drogas al Servicio de Vigilancia Aérea. Dicho servicio, en la actualidad, solo tiene una avioneta disponible.
Actualmente, el SNG está conformado por 500 oficiales que son responsables, por ley, de vigilar las fronteras marítimas y las aguas interiores navegables del Estado para combatir el narcotráfico, la migración ilegal y otras actividades ilícitas. Igualmente, se les asigna la realización de operativos de rescate acuático.
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