División en la Corte Suprema de EEUU sobre un hombre condenado a muerte
La Corte Suprema estadounidense parece dividida este miércoles sobre si se vuelve a juzgar a un hombre de Oklahoma condenado a muerte por un asesinato que niega haber cometido en un caso en el que el propio fiscal se ha puesto del lado del acusado.
El papa Francisco y varios actores de Hollywood como Susan Sarandon y Mark Ruffalo o el millonario Richard Branson han pedido clemencia para Richard Glossip, de 61 años.
Fue condenado dos veces y sentenciado a muerte. Las fechas de ejecución se han programado nueve veces.
La primera condena de Glossip, en 1998, fue anulada por la ineficacia de su abogado. Fue juzgado de nuevo en 2004 y declarado culpable.
Su caso acabó en la Corte Suprema después de que el fiscal general republicano de Oklahoma solicitara un nuevo juicio alegando "grave mala conducta" de los fiscales que ocultaron pruebas y de un testigo que mintió al afirmar que un psiquiatra de la prisión le había recetado litio debido a un trastorno bipolar.
Glossip fue condenado por ordenar el asesinato en 1997 del propietario de un motel que administraba, Barry Van Treese, basándose en el testimonio del asesino, Justin Sneed, un empleado del motel de 19 años.
El tribunal de apelaciones de lo penal de Oklahoma rechazó el recurso del fiscal general del estado, Gentner Drummond, para anular la condena de Glossip, y la Corte Suprema aceptó examinar el caso.
Durante los alegatos del miércoles, una escasa mayoría de los jueces pareció inclinarse por conceder la petición de un nuevo juicio, aunque algunos parecían tener reservas.
"Su único testigo ha quedado expuesto como un mentiroso", dijo la jueza Elena Kagan a Christopher Michel, el abogado que defendía la decisión del tribunal estatal de Oklahoma de no anular la condena.
"La pregunta clave que se hace un jurado es: '¿Creo a este tipo en todo lo que dice y, en particular, le creo cuando señala con el dedo al acusado?", cuestionó Kagan.
Michel restó importancia a la mentira de Sneed porque "el jurado ya tenía importantes dudas sobre su credibilidad".
"El testigo reconoció que golpeó a un hombre hasta matarlo con un bate de béisbol" y que "estaba testificando a cambio de evitar la pena de muerte", dijo.
El juez Brett Kavanaugh no pareció convencido. "Tengo algunos problemas en esa última parte del argumento", dijo, "cuando todo el caso dependía de su credibilidad".
La jueza Sonia Sotomayor acusó a los fiscales de ocultar una "tonelada" de información a los abogados de Glossip.
La jueza Ketanji Brown Jackson sugirió devolver el caso al tribunal estatal para nuevas audiencias probatorias, una medida que no cuenta con el apoyo de ninguna de las partes.
Dos de los jueces más conservadores de la corte, Clarence Thomas y Samuel Alito, se mostraron reacios a revisar el caso. La postura del presidente de la Corte Suprema, John Roberts, no ha quedado clara.