La dura queja de los padres del colegio La Aduana: «Están jugando con la salud de niños muy pequeños»

Malestar entre los padres del CEIP La Aduana de Córdoba de los cursos de tres a cinco años, que la han dejado patente en un escrito, al que ha tenido acceso ABC. En el texto, se recuerda que el colegio desde mayo se encuentra sin electricidad por una avería eléctrica , que actualmente continúa. El « problema », siguen los progenitores de estos niños, es que en el citado mes el Ayuntamiento proporcionó al centro educativo «un grupo electrógeno , el cual funciona con diésel». «Éste se ha colocado en el patio de recreo de los niños que comprenden edades de tres a cinco años , y justo al lado de las clases. Los niños están expuestos directamente a los gases que desprende, a un ruido ensordecedor y a un peligro por su fácil acceso», denuncian. Recuerdan que se ha abordado la cuestión con la Dirección del centro, el AMPA y la Concejalía de Infraestructuras « planteando alternativas y todas sus respuestas han sido negativas». «La solución del colegio ha sido cerrar ventanas y puertas o mantener a los niños encerrados sin salir al patio, lo cual no soluciona nada ya que hablamos de unas instalaciones muy antiguas, poco estancas». «Tanto ventanas como puertas se mantienen medio abiertas o abiertas en muchos momentos, los pasillos y aulas se llenan de gases tóxicos que desprende la combustión del diésel y los están respirando durante horas [los niños] y soportando el ruido», critican. «Están jugando con la salud de niños muy pequeños y se prevé que esta situación tenga una duración mínima de dos meses, aunque en el ultimo informe la empresa no a dado ninguna fecha de terminación de la obra», advierten los padres. En la ultima reunión de padres en clase, celebrada el siete de octubre, «percibimos nosotros mismos durante una sola hora lo insoportable que es permanecer en esas aulas. Algunos padres salieron de la reunión con dolor de cabeza». Advierten de que «nos encontramos recogiendo firmas » ante esta situación. Los progenitores insisten en la necesidad de una solución, que beneficie no sólo a sus hijos, sino también a los profesores que les dan clase.