Rocío Monasterio acaba de registrar su renuncia a su acta de diputada de Vox en la Asamblea de Madrid, después de que ayer, miércoles, el secretario general del partido, a instancias de Santiago Abascal, le informara de su destitución fulminante. Monasterio ha comparecido en el Parlamento regional ante la prensa para anunciar que renunciaba a su acta de diputada, entre críticas a Vox y a Abascal por la falta de democracia interna en el partido. «Hoy no soy persona de confianza del secretario general y del presidente», ha explicado. En los pasillos de la Asamblea de Madrid había este jueves por la mañana más expectación que en otros plenos, con la mirada puesta en Rocío Monasterio, que la tarde anterior había sido destituida por Santiago Abascal al frente de Vox en Madrid. Monasterio ha participado en la sesión de control , la última en la que ha intervenido como portavoz parlamentaria, y después, como es habitual, ha comparecido ante la prensa. Monasterio ha comparecido en solitario ante los medios de comunicación, arropada por algunos de sus compañeros del grupo parlamentario, que se han situado entre los periodistas para escuchar su declaración. Entre ellos no estaba quien le ha sustituido al frente de Vox Madrid, José Antonio Fúster. En una comparecencia leída y sin preguntas permitidas a los periodistas, Monasterio ha subrayado que su relevo se ha producido «a dedo» y ha expresado su añoranza por la solvencia que había en el partido en tiempos pasados. «El secretario general de Vox, a instancias de su presidente, Santiago Abascal, me ha comunicado que voy a ser destituida como presidente de Madrid, ya lo sabrán. Bueno, igual yo era la directora del grupo jurídico del Congreso y no me había enterado. El de Vox Madrid era el único comité ejecutivo provincial que quedaba en España votado y elegido por todos sus afiliados. Nos habían votado todos los afiliados y que, por cierto, estos afiliados componen el grupo más numeroso de todo Vox», ha señalado Monasterio al inicio de su comparecencia. «El secretario general y el presidente tienen, en efecto, la potestad de nombrar a dedo al siguiente comité ejecutivo de Vox Madrid, cuya renovación toca en el mes de noviembre, gracias a las sucesivas enmiendas que se han ido presentando a nuestros estatutos y que ya dejan en el olvido esa democracia interna de los partidos que al principio habíamos venido todos a defender». «A la vista de que hoy no soy la persona de confianza del secretario general y tampoco del presidente, me parece lógico y honesto también entregar mi acta de diputada, cosa que les anuncio formalizaré ahora mismo en el registro». «La política ha sido para mí siempre un acto de servicio a España y a los españoles, que he afrontado como un sacrificio de mi comodidad personal y horas con mis niños y tiempo con mi familia, y renuncia a mi trabajo, para intentar aportar algo a la sociedad y no como un puestecito del que vivir eternamente». «Por lo tanto retorno ahora a mi actividad privada, donde es probable que haga más vivienda que la señora Ayuso que en cuatro años. Y es verdad que afortunadamente puedo retomar sin dificultad volver a mi empresa, a mi oficio como arquitecto superior colegiado, con la satisfacción de haber contribuido a los avances del partido desde su fundación, cuando las cosas eran difíciles, cuando el espíritu de todos era limpio y cuando el partido destacaba por la solvencia de muchos de sus miembros», ha advertido Monasterio. «Quiero terminar dando las gracias a tantas personas que contribuyeron con su esfuerzo al sueño de ofrecer a los españoles una alternativa política diferente, profesional y alejada de las peores políticas de los partidos de siempre», ha concluido. Ha agradecido el apoyo de su equipo por su trabajo y por defender las ideas en las que creen, «aunque no siempre hayan encontrado el mejor apoyo desde ciertas instancias». «Servir ha sido un honor. Muchas gracias», han sido sus últimas palabras antes de oficializar su renuncia al acta de diputada en el registro. En el comunicado que emitió Vox España el miércoles por la tarde, en apenas 14 líneas se informa del relevo de Monasterio por José Antonio Fúster al frente del partido en Madrid, sin dar ninguna explicación de los motivos. En el comunicado se afirma que «Rocío Monasterio seguirá siendo la portavoz del Grupo Parlamentario de Vox en la el partido le ha agradecido, quedará dedicada en exclusiva a la actividad política». «Como presidenta de Vox Madrid, Monasterio ha logrado la implantación territorial de la formación en todo el territorio de la provincia consiguiendo ser la única fuerza política que en las pasadas elecciones municipales presentó candidatura en el cien por cien de los municipios». Lo que no se dice en el comunicado es que con Rocío Monasterio al frente de Vox en Madrid este partido ha pasado a ocupar una posición irrelevante en el Parlamento regional y en el Ayuntamiento de Madrid, frente a las mayorías absolutas del Partido Popular, por lo que su papel y protagonismo políticos han caído bajo mínimos.
