La pandemia fue una época negra, y la postpandemia dejó secuelas de todo tipo, incluidas las que sufrieron muchos adolescentes en su salud mental. Sin embargo, ahora el repunte de enfermedades de este tipo que se detectaron parece haberse estabilizado, en opinión de los expertos. Para cuidar la salud mental se han reforzado los medios y los equipos, con 370 profesionales contratados y más de 43 millones de euros de inversión. El último elemento añadido a esta red es el hospital de día de salud mental para adolescentes de 12 a 17 años que se ha abierto en Hortaleza. La coordinadora de la Oficina de Salud Mental y adicciones de la Comunidad, Mercedes Navío, es una gran conocedora de este campo, y reconoce que los datos de nuevos casos indican que la situación se está estabilizando. Pese a ello, es imprescindible mantener la atención y seguir creciendo en medios, y por eso se han realizado no sólo este nuevo centro de Hortaleza, sino refuerzos de los equipos de prevención del suicidio. Entre las principales dolencias relacionadas con la enfermedad mental en adolescentes, Navío señala las que se hicieron más visibles tras la pandemia: «Las que más vimos crecer fueron las autolesiones y los trastornos de las conductas alimentarias», que ahora se han estabilizado. Pero junto a estas, también son frecuentes, indica, «los trastornos depresivos, psicóticos o bipolares». El Hospital de Día de Hortaleza está dirigido a los casos de trastorno mental grave entre la población de 12 a 18 años. «Parte del incremento de la demanda que vemos se debe a que ahora las personas se atreven a pedir ayuda», indica Navío, que también advierte de un peligro sobrevenido: «No todo el malestar emocional es patología; es muy importante no hacer una banalización de todo malestar emocional. Tan malo es el silencio como incurrir en el ruido». Este centro que se abre ahora en Hortaleza, y que tendrá 30 plazas disponibles, se une a los once que ya existían, en régimen ambulatorio, para atender a los adolescentes: están en el Clínico, el Infanta Leonor, el 12 de Octubre, el Niño Jesús, el Gregorio Marañón, La Paz y el Norte, en la capital, y en la corona metropolitana, en el José Germain (Leganés), Puerta de Hierro-Majadahonda y Hospital de Getafe. Además, hay otros cinco recursos públicos destinados a la población infantil, de 6 a 12 años, que están en Modesto Lafuente (dependiente del Hospital Clínico), Pradera de San Isidro (del 12 de Octubre), Niño Jesús, Norte y José Germain (Leganés). Para los casos en que es necesaria la hospitalización de pacientes infanto-juveniles, están disponibles unidades en el Niño Jesús, el Gregorio Marañón, el Puerta de Hierro-Majadahonda y el 12 de Octubre, y sólo para adolescentes en La Paz, Getafe y Clínico San Carlos. Como recomendación a los padres ante comportamientos extraños o cambios en la actitud de sus hijos adolescentes, Navío recuerda que es importante que «mantengan una presencia y una actitud atenta y disponible» porque «es una época de reto, donde la crítica emerge, pero aunque parezca que no, la necesidad del adolescente de sus padres es más significativa si cabe». El equipo profesional del Hospital de Día de salud mental para adolescentes de Hortaleza es multidisciplinar, e incluye psiquiatras, psicólogas clínicas, terapeutas, enfermeras de salud mental y trabajadoras sociales. La psiquiatra Clara Centelles insiste en la importancia de que el tratamiento sea al menor y a su familia: «Son un pilar fundamental», recuerda. Para la consejera de Sanidad, Fátima Matute, hay que trabajar por «equiparar la salud mental con la física».
