El estío de este 2024 ha sido el tercero más cálido desde que hay registros en Castilla y León . Al menos cuatro olas de calor han atravesado la Comunidad y han hecho subir el mercurio, en algunas ocasiones, hasta superar los cuarenta grados. Temperaturas que en ocasiones hacen que se compliquen algunas patologías y que afectan sobre todo a los más mayores. El Instituto de Salud Carlos III, a través del índice denominado MoMo, calcula que en los tres meses de verano se han contabilizado en la Comunidad un total de 272 fallecimientos atribuibles a las altas temperaturas , un dato ligeramente inferior al que se registró en el mismo periodo del año pasado. A principios de mes de julio, entre los días 6 y 12 comenzaron a registrarse los primeros fallecimientos de este ejercicio asociados a las temperaturas elevadas. Sin embargo, fue con la llegada de la primera ola de calor, iniciada el 20 de julio y con el mercurio rozando los cuarenta grados en varias zonas de la Comunidad, cuando aumentaron este tipo de muertes. En total, en el séptimo mes de 2024 el Instituto de Salud Carlos III estimó las defunciones atribuibles a este causa en 96, con el mayor volumen entre las jornadas del 27 al 31, con doce muertes en cada uno de los tres últimos días de ese periodo. Ya en agosto pasaron por la Comunidad otras tres olas de calor más prácticamente consecutivas que hicieron mella sobre todo en la población más mayor. Según el índice MoMo, en esos 31 días del octavo mes perdieron la vida por motivos atribuibles a las temperaturas altas un total de 175 personas –casi la mitad de las contabilizadas durante todo el estío–. Las peores jornadas durante el mes central del verano fueron las del 12 al 15, mientras que el día más negro fue precisamente el del 12 . Diecinueve muertes atribuibles al exceso de calor se anotaron en esas 24 horas según las estimaciones para Castilla y León, mientras que en las siguientes los decesos por este motivo fueron 17 y dos días más tarde, quince. Ya en septiembre tan solo anotó un deceso vinculado a esta causa. Son los mayores, sobre todo de 85 años en adelante , los que acumulan la mayor parte de estos fallecimientos. Así, más de siete de cada diez defunciones ligadas a los termómetros elevados contaban con más de ocho décadas de vida. En la franja de los 15 a los 44 el Instituto de Salud Carlos III contabilizó una muerte vinculada a esta causa, mientras que de los 44 a los 65 fueron cinco. Por sexos, más de la mitad de las muertes son de mujeres. En concreto 162, de las que el 85 por ciento son de féminas que superaban los 85 años, mientras que 110 de las defunciones fueron de varones. El dato de Castilla y León es el tercero más elevado de España , tan solo por detrás de Madrid (459) y Cataluña (347). Clave en estas cifras es el elevado envejecimiento de la población en la Comunidad. Justo por detrás, se sitúa Castilla-La Mancha, con 200 muertes, la Comunidad Valenciana, con 174 o Galicia, con 173. A la cola, Cantabria, con siete; Cantabria, con seis, y Ceuta y Melilla, con dos y una, respectivamente.
