El Customer Day de ABB Energy Industries, celebrado el 8 de octubre en la sede de Vocento en Madrid, supuso un constructivo encuentro entre la compañía y sus clientes de diversos sectores, con varias exposiciones técnicas y área de trabajo para representar los ámbitos de actuación de la multinacional de origen sueco. En jornadas de mañana y tarde, los asistentes pudieron conocer más y mejor el amplio portfolio de soluciones tecnológicas de los anfitriones, como en el caso de la zona 'El DCS del futuro', por el que se explicaban las ventajas de sus sistemas de control distribuido. «Una visión (destacaron desde la compañía) que no sólo se centra en la automatización de procesos, sino que también permitirá a nuestros usuarios adoptar nuevas innovaciones, garantizando continuidad y flexibilidad». En cuanto a las numerosas innovaciones que ofrece ABB en materia de Inteligencia Artificial, destacó, por ejemplo, la aportación de los sistemas de gestión de eficiencia energética que redefinen el panorama digital industrial, como en el caso de ABB Ability™ Genix APM, una innovadora herramienta que está llevando mantenimiento y fiabilidad a un nuevo nivel, mediante el uso de aprendizaje automático e IA. Toda una experiencia que se vio reforzada con otras como la simulación de un ciberataque a una planta industrial. Una 'demo' de Realidad Aumentada con MOM («nuestra app store de excelencia operativa» -destacaron desde ABB), estuvo presente en las áreas de networking para mostrar cómo optimizar operaciones de manera innovadora y efectiva; ejemplos de Gestión del Rendimiento de Activos (Asset Perfomance Management), con soluciones avanzadas diseñadas para integrarse perfectamente en los entornos de IT y OT existentes; compensadores síncronos para asegurar la estabilidad de la red eléctrica en la era de las energías renovables; mejoras en terminales logísticos y de almacenamiento y en electrificación…. La jornada contó, además, con la mesa redonda 'Transición energética en España: Retos actuales que definen nuestro futuro', con Roberto Engelen, director general de ABB Energy Industries en España; Javier Prados, director de CIP; José Antonio de la Guerra, director de Mantenimiento de EDP y Juan Sanchez Peñuela, director de regulación en descarbonización en Técnicas Reunidas. Diversos sectores y desempeños, caracterizados por sus desarrollos tecnológicos y la innovación aplicada a la energía del siglo XXI. El encuentro comenzó con el consenso en torno a la importancia de la colaboración público-privada y de la necesidad de adecuar con acierto los aspectos normativos y fiscales en función de los proyectos. Un entorno en el que Engelen subrayó cómo «España se ha caracterizado por buscar soluciones avanzadas ya desde hace años en cuanto al suministro energético: una labor excepcional en los últimos años, que ha permitido exportar talento y conocimiento. En todo caso, hay que seguir apoyando a la industria energética tradicional, para asegurar el suministro eléctrico y que llegue a todos a la vez que el sector se va descarbonizando», Y coincidió con sus compañeros en la relevancia de no bajar la guardia ante los ambiciosos objetivos marcados por la reciente actualización del PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima): «Si queremos reducir costes vamos a tener que automatizar y digitalizar más». Javier Prados coincidió con estas apreciaciones, a las que añadió la importancia de «asegurar la integración de los territorios en los proyectos y la participación de los municipios, explicando el impacto positivo socioeconómico de los proyectos de renovables y asegurando la mejora del bienestar de los municipios en los que se desarrollan los proyectos mediante actuaciones concretas y tangibles que mejoren la vida de sus vecinos». Y, desde su experiencia en CIP, líder global en inversiones en energías renovables, remarcó «la enorme oportunidad de España en tecnologías como biogás o almacenamiento, en las que CIP cuenta con una amplia experiencia global que pretende aportar a estas tecnologías en España». De la Guerra indicó que «un entorno en el que la transición energética nos impone sustituir tecnologías maduras por otras que aún están en su curva de aprendizaje, supone desafíos a todos los niveles, incluyendo la necesidad de garantizar la viabilidad de las que siguen siendo necesarias para servir de puente». Cambian los modos de operación y las planificaciones, lo que requiere inversiones en digitalización para mejorar la capacidad de integración de las renovables cumpliendo con los requisitos de calidad y seguridad. Y definió el PNIEC como «un puzle en el que todas las piezas tienen que encajar, lo que es complejo». Sánchez Peñuela subrayó la importancia de la innovación y la tecnología para afrontar los desafíos de la transición energética: «venimos de una cadena de valor consolidada, con empresas que saben muy bien lo que hacen en sus negocios tradicionales. En cambio, en esta etapa partimos de cero en algunos procesos y combustibles, cuya producción queremos escalar significativamente y de forma muy rápida». «En este entorno (continuó) es fundamental garantizar la competitividad de la industria y, para ello, la regulación debe ser facilitadora, ayudando a ejecutar proyectos con el objetivo de reducir emisiones». Señaló además la necesidad de integrar varios elementos, como, por ejemplo, «la gestión de capacidad o el almacenamiento, minimizando los costes para el consumidor industrial. Para conseguir este objetivo es recomendable trasladar la creatividad que se aplica a los proyectos de ingeniería al ámbito regulatorio». Conclusiones sobre el terreno en un universo, el energético, que nos incumbe a todos, al igual que nos hace avanzar, y de que manera, en la sociedad del siglo XXI.
