¿Consumes dos raciones de verdura al día? ¿Tomas frutos rojos una o más veces por semana? ¿Incluyes aguacate o chocolate de alto porcentaje (80% o más) en tu dieta habitual? ¿Ingieres 3 o más raciones de legumbre a la semana?... Estas son sólo algunas de las preguntas del 'Test Ferti-diet' que emplean en Vida Medicina Reproductiva para saber el estado nutricional del que parte la mujer que desea tener un hijo. Y es que, definitivamente, «la alimentación está estrechamente ligada a la fertilidad». Al menos así lo asegura a ABC Verónica de la Fuente Sanz, dietista, nutricionista y responsable del área de Nutrición de la Unidad de Medicina Reproductiva de este centro. Apunta que hasta hace poco las mujeres en busca de un embarazo no estaban concienciadas de cuidar sus hábitos alimenticios , «pero lo cierto es que cada vez hay más información y cuando llegan a nosotros ya lo han intentado todo y, definitivamente, desean conocer su plan de nutrición para facilitar el camino y lograr ese hijo deseado. Hasta hace no mucho, los especialistas en gestación sólo hacían recomendaciones a aquellas mujeres que visualmente tenían exceso de kilos , pero lo cierto es que todas, independientemente de su peso, deben tener una cuidada alimentación si desean ser madres». Según esta experta, los hábitos alimenticios influyen en varios aspectos fundamentales. En primer lugar, a la composición corporal; tanto el exceso como el déficit de grasa influye en los niveles hormonales e, incluso, puede hacer que a la mujer le desaparezca el periodo, por lo que se imposibilita la llegada de ese hijo deseado. Además, si hay un exceso de masa grasa se produce una mayor inflamación y se desarrollan enfermedades que dificultan un embarazo. Si se baja un 10% el peso aumenta la fertilidad« Añade que una buena nutrición mejora los gametos propios de la mujer, crea un mejor ambiente endometrial (fundamental en el caso de que sea necesaria una implantación) y favorece el buen desarrollo del embrión, el feto y de la madre. Por todo ello, recomienda un abordaje nutricional personalizado partiendo desde una alimentación saludable y valorando necesidades. Algunos de los alimentos fundamentales en la alimentación para la fertilidad son: • Pescados, sobre todo azules por su composición en omega-3 DHA y EPA. • Frutas y verduras , sobre todo frutos rojos por su cantidad de antioxidantes, cítricos ricos en vitamina C y verduras de hoja verde, ricas en ácido fólico. • Aceite de oliva virgen en crudo o aguacate, ricos en vitamina E. • Cacao puro y algunos frutos secos y semillas ricos en magnesio y selenio. • Nueces y semillas, sobre todo de lino y chía ricas en omega-3 ALA. • Legumbre por su aporte de fibra y fitoestrógenos que pueden ayudar a la regulación hormonal. • Alimentos proteicos ricos en vitaminas del grupo b, principalmente vitamina b12 (carnes, pescados, huevos). Esta nutricionista también señala que hay una serie de factores modificables en relación al estilo de vida. Por ello, advierte de lo siguiente: • Baja disponibilidad energética: ya sea por falta de aporte calórico en la dieta (restricción dietética o falta de adaptación al gasto personal) o por exceso de gasto secundario a un sobreentrenamiento. Esto puede provocar Amenorrea Hipotalámica Funcional en las mujeres, pudiendo producirse también una alteración hormonal significativa en los hombres. • Estrés oxidativo: Favorecido por situaciones patológicas o de obesidad, contaminación, alimentación proinflamatoria, sedentarismo o estrés. Será fundamental contrarrestarlo con un buen aporte de antioxidantes dietéticos. • Disruptores endocrinos y metales pesados : Los disruptores endocrinos se pueden encontrar en envases y afectar al balance hormonal, influyendo en el ciclo menstrual y maduración de los gametos, del mismo modo que el exceso de metales pesados que se pueden encontrar en algunos alimentos como los pescados azules de mayor tamaño o las cabezas de crustáceos. • Obesidad: producida por una mala alimentación, sedentarismo y/o asociada a otras patologías. Está relacionada con alteraciones hormonales como el hiperestrogenismo, hiperandrogenismo, bajos niveles de testosterona en hombres, la resistencia a la insulina, estrés oxidativo, daño a la calidad folicular o hipertermia escrotal que afecte a la calidad seminal. • Déficits nutricionales: La falta de aporte de ciertos nutrientes, incluyendo vitaminas, minerales y antioxidantes, puede afectar a la calidad ovocitaria y seminal, al balance hormonal, al estrés oxidativo o al desarrollo embrional. • Consumo de tóxicos como alcohol: puede afectar a la metabolización estrogénica, al balance hormonal o a las alteraciones menstruales, además de la calidad de los gametos y la implantación y desarrollo embrional. Además, la hidratación es una pieza fundamental, sobre todo para el líquido folicular y seminal, siendo necesario un buen consumo de agua. • Tratamiento de patologías: Algunas patologías relacionadas con la fertilidad como el Síndrome de Ovario Poliquístico, endometriosis, hipotiroidismo o celiaquía requieren de un abordaje nutricional como parte fundamental del tratamiento para controlar la enfermedad y evitar los efectos negativos secundarios.
