Un tercio de las alicantinas que sufre cáncer de mama tiene problemas económicos debido a la enfermedad; un 24% tiene que dejar su trabajo una vez finalizado el tratamiento y recibida el alta médica, es decir, una de cada cuatro, y el 16 % de las supervivientes tienen reconocido algún grado de discapacidad como consecuencia de esta grave patología.