Premios de Tauromaquia no, festejos populares ni sí ni no. El PSOE sigue enredado en su indefinición acerca de la tauromaquia y, tras rechazar en junio recuperar el premio Nacional , este martes se ha abstenido en una proposición no de ley (PNL) del PP para reconocer la dimensión turística y económica de celebraciones populares como encierros o capeas. Esta ambigüedad del PSOE permitió que la iniciativa saliera adelante, con los votos favorable de PP y Vox. La pelota, ahora, está en el tejado del Ministerio de Cultura. En manos de Ernest Urtasun está recoger el guante del Congreso y poner cifras a la Fiesta e impulsarla como atractivo turístico, aunque con toda probabilidad hará caso omiso: el objetivo de Sumar en esta legislatura es que los toros dejen de ser patrimonio cultural. Este fue precisamente el argumento esgrimido por el PP para defender su iniciativa, que los toros son cultura, además de tradición. «Por los festejos taurinos se nos conoce y reconoce. Son parte indisoluble de nuestra historia y de nuestra cultura. Son marca España. Los festejos populares taurinos que atesoran un valor cultural, histórico, social y medioambiental incontestable,», dijo Sol Cruz-Guzmán , portavoz del PP en la Comisión de Cultura. La diputada popular cargó contra el «ataque sin precedentes» del ministro Urtasun con iniciativas como la supresión del premio Nacional de Tauromaquia: «No queremos más censura». Según recogen los populares en su PNL, la tauromaquia «es un atractivo turístico incontestable». La Fiesta va más allá de las corridas de toros: incluye también visitas a los museos taurinos, como el de la plaza de toros de la Maestranza o el de las Ventas, o las visitas a las principales ganaderías, así como centenares de encierros, capeas o espectáculos de recortadores. «No pueden entenderse las fiestas de miles de pequeñas localidades de toda España sin la vertebración que le aportan las innumerables modalidades de los ritos festivos del toro en la calle». Según el último Informe de Anoet, hubo más de 20.800 festejos taurinos en 2023. «Esto no va de derechas ni de izquierdas, sino de defender un valioso patrimonio común», defendió Cruz-Guzmán. «La tauromaquia, nuestra fiesta, no puede ser bandera ideológica de nadie, por mucho que hayan desgastado las suyas, señorías de Sumar y señorías del Partido Socialista. Les pedimos que sean valientes, que no se avergüencen, que no cedan ante el chantaje para proteger una expresión cultural que está arraigada en nuestra historia y en nuestra cultura». La diputada del PSOE Maribel García no se dio por aludida a estas apelaciones y se limitó a decir que los puntos recogidos en la PNL del PP ya se cumplen, como aquellos puntos relativos a la petición a la publicación de estadísticas sobre los festejos taurinos o el impulso a través del Ministerio de Turismo. «El turismo taurino, siendo rigurosos, no está considerado un producto turístico en sí mismo, como tampoco lo es, por ejemplo, la ópera, sino más bien como un recurso turístico más», dijo, sin querer mojarse mucho más, como vienen haciendo los socialistas desde que el ministro Urtasun ha señalado la tauromaquia como un enemigo a batir. Sobre la necesidad de que el Ministerio de Cultura elabore informes económicos, el PSOE adujo que esa es una competencia autonómica. Desde el inicio de legislatura, el PSOE ha mantenido una incómoda ambigüedad respecto a los toros. Mientras que algunos sectores del partido están más cerca de las posiciones de Urtasun, otros son decididamente taurinos, y esto incluye presidentes de comunidades autónomas. Es el caso de Emiliano García-Page , presidente de Castilla-La Mancha, muy crítico con el ministro de Cultura por censurar la tauromaquia. Esta doble vida del PSOE quedó de manifiesto en dos iniciativas del PP para recuperar el premio Nacional, que instauró Zapatero en 2011. En el Senado el PSOE se abstuvo , permitiendo el éxito de la moción del PP, unas semanas después votó no en el Congreso. En comunidades como Castilla y León o Andalucía los socialistas han votado con el PP en mociones similares. Sumar, por su parte, no se separa un milímetro de su argumentario «Por primera vez un ministro está haciendo lo que se debería haber hecho hace mucho tiempo, que es defender a una sociedad española que ya no apoya que se maten toros en las plazas –afirmó el diputado Jorge Pueyo –. La tauromaquia es el pasado y en cualquier país avanzado no existiría». Del otro lado, Vox lamentó los «numerosos desprecios» por parte de Urtasun; el último, en la entrega de los premios nacionales de hace unos días, cuando negó el aplauso a El Juli. «Lo que no sobran son los premios de tauromaquia sino lo que sobra en este país este es este ministro de cultura». El debate de este martes no será el último sobre uno de los temas que Urtasun ha fijado como prioridad de su mandato. Tras comprometerse a no financiar desde su ministerio ninguna actividad relacionada con la tauromaquia y retirar el premio Nacional, su partido patrocina una iniciativa legislativa popular (ILP) cuyo objetivo es que los toros dejen de ser patrimonio cultural, algo recogido por ley desde 2013. «Cientos de personas están recogiendo firmas a lo largo de todo el Estado español con la ILP 'No es mi cultura' y están a punto de conseguir que esto sea una realidad», dijo Pueyo. Continuará.
