Nuestra primera reina
Cuba tuvo en la jabalinista María Caridad Colón Ruenes a la primera campeona olímpica, en Moscú 1980, y en 1978 las voleibolistas disfrutaron el primero de sus tres cetros mundiales, pero hubo que esperar hasta 1989 para ver a una nativa de nuestra nación subir individualmente a lo más alto del estrado de premiación en una cita universal, honor que recayó en la difunta judoca Estela Virgen Rodríguez Villanueva (1967-2022).
El suceso ocurrió el 15 de octubre de 1989 —hace 35 años—, cuando la oriunda de Palma Soriano derrotó en la final de la categoría abierta a la británica Sharon Lee, en el 19no. Campeonato Mundial de judo, con sede en Belgrado, de la entonces Yugoslavia, en un certamen en el cual otras dos cubanas: Maritza Pérez Cárdenas (52 kilogramos) y Odalys Revé Jiménez (66 kg) obtuvieron preseas de bronce en sus respectivas divisiones.
Estela se agenció medallas de todos los colores en justas del orbe del deporte creado por Jigoro Kano, pues tras el título universal, culminó como subcampeona en Barcelona 1991, al sucumbir ante la china Zhuang Xiaoyan, y en Chiba, Japón, en 1995, ella y la sudcoreana Lee Hyun-Kyung se repartieron las preseas de bronce en la categoría abierta, que fue dominada por Monique van der Lee, de Países Bajos.
Fallecida el 10 de abril de 2022 por afecciones asociadas a la diabetes que padecía, Estela quedó en dos ocasiones a un paso de la gloria olímpica, al terminar con el metal de plata en Barcelona 1992 y Atlanta 1996. En la primera de esas citas cedió nuevamente frente a la china Zhuang Xiaoyan en el combate final de más de 72 kilogramos y un cuatrienio más tarde se vio aventajada en los llamados Juegos del Centenario por Sun Fuming, otra representante del gigante asiático.
Exaltada al Salón de la Fama de la Confederación Panamericana de Judo, ocupa un espacio en la relación de los cien mejores deportistas de la Mayor de las Antillas en el siglo XX.