Un robot de tres brazos dirige estreno mundial de la Orquesta Sinfónica de Dresde
La Orquesta Sinfónica de Dresde, en el estado de Sajonia, Alemania, presentó la actuación de un robot de tres brazos para dirigir una pieza compuesta especialmente para complementar las habilidades del aparato.
El innovador proyecto, mostrado en estreno mundial durante las celebración del aniversario 25 de la orquesta, dejó en esta ocasión al público exento de disfrutar de un individuo de carne y hueso para que la singular estructura de brazos robóticos guiara a los músicos mientras tocaban, según informó la página web de la orquesta.
No existe en ningún otro lugar, comentó el director artístico de la orquesta, Markus Rindt, su fundador en 1997 junto a Sven Helbig.
La idea no es sustituir a un director de orquesta, una persona siempre puede hacerlo mejor, sobre todo en el trabajo de ensayo y con las expresiones faciales, apuntó
Por ejemplo, si fuera a tocar Beethoven, no necesitaría un robot así, pero si tiene una pieza la cual aprovecha el hecho de que toca a diferentes velocidades, en diferentes tiempos, entonces tiene sentido, añadió el también compositor.
La Orquesta Sinfónica de Dresde es conocida por traspasar límites y esta vez también desafiaron a sus músicos.
Es algo completamente diferente, no espera a nadie, es una máquina, dijo una de las integrantes de la prestigiosa institución.
El robot tiene tres estructuras separadas en forma de brazo que llevan batutas y emulan los sables de luz de La guerra de las galaxias. La máquina dirigió a los músicos de la orquesta en dos actuaciones durante el fin de semana pasado.
El robot fue entrenado para reconocer el tiempo de compás y dar indicaciones con los distintos brazos, capaces de moverse independientemente unos de otros.
«Durante un cuarto de siglo, las Orquestas Sinfónicas de Dresde han realizado música contemporánea innovadora al más alto nivel artístico. En el Robotersinfonie, su concierto de aniversario, un robot entrenado por un director, llamado cobot, tomó temporalmente la batuta. A este robot se le enseñó a alcanzar los compases y dirigir la dinámica musical», indicó el comunicado de la Sinfónica de Dresde.
El robot dirigió la obra Semiconductor’s Masterpiece, realizada por el compositor y pianista Andreas Gundlach y encargada por la Dresdner Sinfoniker, además, fue capaz de utilizar sus tres brazos para guiar a tres grupos separados de la orquesta, una habilidad que no hubiera sido posible con un solo director humano.
Gundlach explicó que la idea del robot se inspiró en los científicos de la Universidad Técnica de Dresde que desarrollan «cobots», robots colaborativos que no están pensados para sustituir a los seres humanos, sino para «trabajar con ellos».
Gundlach afirmó que el proceso de enseñar al robot los movimientos necesarios para dirigir «me hizo ver de una forma totalmente nueva lo maravillosa que es la creación de un ser humano».
Dos de los brazos del robot también dirigieron a los músicos en el estreno de «kreuzknoten» de Wieland Riessmann, otra pieza en la que los instrumentos suenan simultáneamente en diferentes tempos.
«Los músicos de la Orquesta Sinfónica de Dresde, junto con el cobot, “crearon” la música como un producto híbrido, artístico-maquínico. Se trataba precisamente de este momento de encuentro, en el que surge una síntesis de precisión mecánica y creatividad humana. El proyecto Robotersinfonie destaca la compleja relación entre el arte y la tecnología», indica el documento.
(Con información de PL y Newsweek)