Cuatro de cada diez hogares dedican más del 40% de su renta bruta al pago del alquiler
Cuatro de cada diez hogares que viven de alquiler en nuestro país se están viendo obligados a destinar más del 40% de su renta bruta disponible al pago de los gastos relacionados con su vivienda, lo que sitúa a España como la gran economía europea con mayor porcentaje de sobreesfuerzo en el pago del alquiler, superando ampliamente a países vecinos como Francia (17,5%) o Italia (28%).
Así lo ha expresado el Banco de España (BdE) en un informe publicado este miércoles, que además destaca que, de entre esos hogares, los más afectados son los de las familias de bajos recursos, los formados por jóvenes y los que están ubicados en zonas de alta actividad económica o turística.
A finales de 2023, el número de personas que residían en una vivienda arrendada en nuestro país se situó en torno a los nueve millones, un incremento estimado de unos 3,3 millones de personas desde 2007 y que viene de la mano de la incorporación adicional de 1,3 millones de viviendas al parque de alquiler, que alcanzó los 3,6 millones de hogares en el mismo año.
Sin embargo, esta evolución en el número de viviendas para alquiler ha venido acompañada por un aumento de los precios medios del alquiler que, desde 2015, ha sido especialmente acusada en las grandes áreas urbanas. Esto ha resultado en un crecimiento desigual entre oferta y demanda, haciendo que haya más personas que quieran alquilar que viviendas disponibles para ello.
Para los autores del informe esta situación dificulta, en particular, la emancipación de los jóvenes. Además, explican que “un elevado esfuerzo asociado al alquiler de vivienda puede dar lugar a efectos económicos y sociales adversos que justifican la intervención pública” y denuncian que, debido a la magnitud del problema, es “difícil vislumbrar qué actuaciones aisladas de corto plazo pueden tener el alcance suficiente como para reducir de forma significativa las actuales dificultades de acceso a la vivienda”.
Invirtiendo en vivienda pública a largo plazo
Es necesario seguir invirtiendo en el parque de vivienda pública para conseguir precios asequibles y regular “la oferta de alquiler residencial”, advierte el informe. Además, el Banco de España también defiende que la asignación de recursos debería priorizar a los colectivos más vulnerables y considerar otros ámbitos que afectan al mercado de la vivienda, como los relativos al funcionamiento del mercado de trabajo, a las políticas tributarias o al transporte.
El diseño de las políticas públicas debería estar dirigido a facilitar el funcionamiento del mercado del alquiler a medio y largo plazo y evitar iniciativas cuya efectividad pueda ser relativamente limitada para la protección de la demanda en el corto plazo. Por todo ello, el BdE pide que las medidas que se adopten contemplen un horizonte temporal amplio y estimulen la oferta de vivienda.