Países Bajos estudia enviar a Uganda a los solicitantes de asilo africanos cuya solicitud sea rechazada
El Gobierno de Países Bajos, encabezado por la formación de extrema derecha de Geert Wilders, está estudiando la posibilidad de enviar a Uganda a los solicitantes de asilo en caso de que su solicitud sea rechazada, según recoge 'NL Times'.
Así lo anunció el miércoles la ministra de Comercio Exterior y Desarrollo, Reinette Klever, tras una visita de trabajo al país. La política del PVV afirmó que, en última instancia, corresponde a su compañera de partido, la ministra de Asilo Marjolein Faber, desarrollar la idea. Uganda parece estar dispuesta a seguir adelante con el plan, informó el medio NOS.
Esto sólo se aplicaría a los solicitantes de asilo de países de la región que rodea a Uganda, o de la propia Uganda, y ese país recibiría una compensación económica de Países Bajos por el servicio, si el plan sigue adelante. Habría que negociar cuántos países entran realmente en la categoría de estar en la misma región. El Gabinete aún no ha llegado a un acuerdo con el país africano. Queda por ver cómo reaccionará la población neerlandesa a un plan de este tipo.
El Ejecutivo de Wilders lleva meses expresando su preocupación por los “disturbios en los campos de refugiados” de Uganda, donde “más de 1,5 millones de refugiados” residen en zonas fronterizas con Sudán del Sur y la República Democrática del Congo. “Las condiciones de vida en los campos de refugiados son malas. No siempre hay suficiente comida y agua”, según el informe detallado sobre la situación de seguridad en Uganda publicado en agosto por el Ministerio de Asuntos Exteriores.
El resumen forma parte de los consejos y advertencias de viaje que el ministerio ha emitido actualmente a los ciudadanos neerlandeses. La perspectiva de un “castigo severo”, incluida la pena de muerte, supone un grave riesgo para los hombres y mujeres homosexuales, los bisexuales, los transexuales y otras minorías sexuales y de género.
También se advierte de la posibilidad de “conflictos violentos” en la zona fronteriza con Sudán del Sur y del “riesgo creciente” de ataques terroristas, en particular en la frontera con la República Democrática del Congo. Además, el país se encuentra entre los que luchan contra un brote del virus mpox.
“Tenemos una larga relación con Uganda y es un país hospitalario. El Ministro de Asilo Faber explorará más a fondo las posibilidades”, indicó Klever. “Al final, queremos frenar la migración. Para el Gabinete, es importante que los solicitantes de asilo rechazados regresen a su país de origen. Y eso a veces puede ser un obstáculo”, agregó.
Según Klever, se eligió Uganda porque ya acoge a muchos refugiados. El plan debe desarrollarse más, pero lo fundamental es que los solicitantes de asilo africanos que hayan sido rechazados sean enviados a Uganda, donde serán recibidos y acogidos. Uganda recibirá una compensación económica por ello.
Los cuatro partidos de la coalición han reaccionado positivamente en el pasado a los llamamientos “centros de retorno”. Bajo el gabinete anterior, el Parlamento parecía haber mostrado su apoyo a una propuesta de acoger a los solicitantes de asilo en Ruanda, incluso si todavía estaban en proceso de solicitud de asilo. En este caso, se trataría de solicitantes de asilo rechazados.
Cada vez más países europeos están considerando la posibilidad de utilizar centros de retorno, lugares fuera de la Unión Europea donde se acogería a los solicitantes de asilo rechazados, para luego trasladarlos a su país de origen.