El panorama del 'Mondial de l'Automobile', el nombre oficial del Salón de París, hace dos años era desolador. Las marcas alemanas brillaban por su ausencia –Mercedes-Benz, de hecho, llevó a cabo un evento paralelo– y, de toda la superficie disponible, la mitad de ella fue ocupada por el aluvión de marcas chinas que anunciaban su desembarco en Europa. La industria francesa no podía faltar, y mientras Stellantis desvelaba su Jeep Avenger y Peugeot 408, Dacia presentaba una nueva identidad corporativa y Renault mostraba al mercado el compacto eléctrico con el que pretendía conquistar el público general: el R5. Junto a él, un prototipo que se basaba, en líneas generales, en otro modelo histórico del rombo, el R4. Este año, fue la versión de producción del R4 la que dominó el puesto del fabricante francés, que ya ha puesto a la venta el R5. La plataforma sobre la que se asienta, llamada Ampr S, es la que sustentará la ofensiva eléctrica de la marca en el futuro y sirve como base a estos dos últimos y al Alpine A-290, una versión con mayores prestaciones del compacto. Además, Renault desveló el Twingo, que pretende vender «por menos de 20.000 euros», en palabras de su consejero delegado Luca de Meo, así como el Emblème, un SUV de líneas sinuosas que será el futuro lenguaje de diseño. A pesar de que la mayor parte de los vehículos presentados fueron eléctricos, Dacia exponía dos motores híbridos en el centro de su escenario, además de su principal novadad: su primer SUV del segmento C, Bigster, con el que supera la barrera de 30.00' euros. Stellantis, por su parte, no acudió con todo su abanico de marcas, pero sí que trajo a Peugeot, con un concept futurista de coche autónomo; Citroën, con los nuevos C4 y C4X, Alfa Romeo y su última incorporación, la china Leapmotor, que mostró un nuevo SUV: B10. En 2024, el número de marcas chinas sigue siendo el mismo que apareció en la última edición del 'Mondial' (nueve), pero esta vez no destacaron tanto, pues otros fabricantes europeos acudieron al llamado del ministro de Industria delegado, Marc Ferraci. El Grupo Volkswagen llegó con su marca homónima, mostrando la evolución de su Golf, que celebra 50 años desde su nacimiento así como sus furgonetas, con la llegada de la nueva California. Audi trajo consigo el A6 Sportback y Skoda, su nuevo SUV compacto cero emisiones, Elroq. El Grupo BMW trajo al salón su Mini John Cooper Works eléctrico, tanto para la silueta convencional como para la más larga de cinco puertas, Aceman. El Salón de París se celebra en un momento en el que las tensiones de la guerra comercial con China están en el punto más álgido. Queda menos de un mes para que Bruselas y Pekín lleguen a un acuerdo sobre los aranceles de los coches eléctricos provenientes del país asiático. La última propuesta por parte de Europa fue que estos no podían vender sus productos por menos de 35.000 euros en el mercado comunitario, punto que fue rechazado por parte de China. De seguir en el 'impasse', las tasas actuales, que superan el 45% para algunos fabricantes, se volverían definitivas. En Europa, las ventas de coches eléctricos están en retroceso –la cuota en los primeros ocho meses se saldó con un 12,6%, 1,3 puntos porcentuales por debajo del acumulado del año pasado–. Los fabricantes de automoción esperan que en 2025, con el endurecimiento de la normativa europea de emisiones y la llegada de modelos más asequibles, las cosas cambien.
