La vida de un agente de los cuerpos y fuerzas de seguridad no solo está marcada por la valentía y la disciplina , sino también por la capacidad de resistir los golpes más duros que el día a día pueda traer. En ese sentido, Pelayo Gayol, inspector del Grupo Especial de Operaciones (GEO), ha compartido, en una entrevista para la Academia Geopol, cómo afronta la dureza de su profesión y las experiencias personales que lo acompañan con una rutina que lleva a cabo todos los días en su casa . Para Pancho, conductor del programa, la resiliencia es un concepto clave. No solo es la capacidad de superar las pruebas más difíciles, sino también de relativizar los problemas del día a día . «Las cosas tienen la importancia que tú le quieras dar», comenta mientras reflexiona sobre cómo muchos, tanto dentro como fuera del mundo de las oposiciones, tienden a magnificar problemas que, con el tiempo, nos damos cuenta de que eran insignificantes. «Cuántas cosas hemos visto nosotros, y sobre todo gracias a nuestra profesión, que luego con el tiempo decimos 'macho o sea yo antes me preocupaba por esto y realmente o sea era una minundez'», confiesa. Pero, ¿cuál es su manera de mantenerse anclado en una perspectiva más realista? Según revela el inspector Gayol, gracias a una práctica que lleva a cabo en su hogar diariamente . «Mira yo no es que sea una persona especialmente creyente. Pero en mi casa, con mis hijos, todos los días bendecimos la mesa , nos sentamos y es obligatorio». Para Gayol, esta rutina no es un acto religioso , sino un recordatorio constante de lo afortunado que es por tener comida en la mesa. «Lo hacemos por un concepto que he vivido, claramente, de lo importante que es y lo que cuesta en muchos sitios conseguir al cabo del día dos comidas calientes», señala, a lo que añade: «Entonces lo agradecemos, pero ya no en un plano místico o religioso, sino dando gracias de verdad, que apreciemos lo que tenemos debajo del plato, que muchas veces ni lo pensamos, es una cosa mecánica, comes y ya está». En sus despliegues internacionales , Gayol ha visto de cerca la miseria y esas experiencias han marcado profundamente su visión de la vida. En lugares como Afganistán, el inspector comenta, ««Al final somos muy pequeños en este mundo y la vida, el mundo, sigue girando pase lo que pase y tenemos que tener en cuenta que esas experiencias que vivimos no son son tan importantes, o sí lo son, dependiendo de qué punto de peso específico en mi vida le de». Las pérdidas, por ejemplo, de hijos en conflictos, son una realidad devastadora, pero, como él mismo señala, las familias continúan con su vida. «Allí las familias sufren igual eh, no es que digas son una especie de psicópatas y les da igual. No, sufren totalmente por esos hijos que les han matado, asesinado, etcétera. Pero la vida sigue, lleva su velocidad, no la velocidad que yo quiero», manifiesta. Esta comprensión de la vida, moldeada por las penurias observadas en sus misiones, es lo que le permite relativizar los problemas cotidianos en España. «Cuando llegas a tu casa y ves que el problema es que internet no te está dando 2 gigas como te había dicho la empresa, te quedas un poco como '¿en serio?' Y puedes tener un día complicado con la empresa de turno porque no te está dando los dos gigas que has pagado y te cabrea». Para Gayol, este es solo un ejemplo de los «microproblemas» que nos amargan la existencia diaria. En su mensaje para aquellos que luchan por superar dificultades, como las oposiciones, Gayol confiesa que los fracasos , aunque duros, s on parte de la vida y pueden ser una oportunidad para crecer . «Que suspendas la oposición es importante, vale. Pero no pasa nada», reflexiona. Para él, es esencial no quedarse atrapado en el fracaso : «No te quedes mirando el suspenso más de 10 segundos. Vale, no toca este año continuamos, continuamos qué hago me pongo a estudiar de nuevo, ya tengo un bagaje, ya he estudiado, ya no tengo que estudiar tanto la siguiente vez o estudio el doble, como quiera afrontar la historia, eso en cada incidencia de la vida, pero todo continúa, la vida sigue girando». En ese sentido, el inspector Gayol, con su amplia experiencia en situaciones extremas, enfatiza que la vida siempre nos traerá golpes inesperados . «Es que la vida te va a golpear, es cuestión de tiempo. Si ahora estamos bien aquí hablando tú y yo sentados, cómodos, con mi vaso de agua, es cuestión de tiempo que llegue un golpe de la vida, va a llegar», advierte. Pero, frente a estos desafíos, la clave está en mantener la resiliencia , en saber adaptarse y superar las dificultades . «Uno de esos siete inputs que establece el camino al éxito, es precisamente la resiliencia, que la gente pues yo creo que tiene que ser resiliente pero para todo en la vida, porque nunca sabes cómo te va a golpear», concluye Pancho.
