Los 27 líderes de la Unión Europea abordan una reunión clave sobre la cuestión de la inmigración. Muchos socios han solicitado endurecer las políticas de asilo y acelerar los mecanismos de expulsión. Sin embargo, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni , ha promovido un encuentro previo a la cumbre con mandatarios «afines», entre ellos, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen . Desde que la alemana envió una carta a todos los Gobiernos para iniciar el debate sobre lo que definió como «soluciones imaginativas» para hacer frente a la inmigración, la iniciativa de Meloni de abrir centros de deportación fuera de sus fronteras pareció seducirla. Tanto que la italiana ha asegurado en declaraciones a la prensa que «muchos países observan» las políticas migratorias que Italia está llevando a cabo en los últimos días, la razón que le ha llevado a convocar dicha reunión. No se ha hecho pública la lista de aquellos «afines» en materia de inmigración, pero Europa Press apunta a que acudirán alrededor de una docena de países, incluidos Polonia, Hungría, Malta o Grecia; e incluso el canciller alemán, Olaf Scholz. Por el contrario, se asegura que no acudirán los países bálticos, que alegan un encuentro previo, ni el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , que rechaza frontalmente crear centros de deportación en el exterior de la Unión Europea para transferir a migrantes irregulares a los que se les haya denegado el asilo, pendientes de su expulsión al país de origen o a uno de tránsito. La jefa del Ejecutivo comunitario pidió en su escrito a los 27 «sacar lecciones» de la experiencia de Italia con Albania , en referencia al acuerdo por el que el Gobierno ultraderechista de Meloni ha acordado el traslado a este país de migrantes rescatados por las autoridades italianas en el mar mientras se resuelven sus expedientes de expulsión. «No es una solución final, Albania no es una isla donde puedas encerrar a migrantes así que diría que es una solución transitoria», ha avisado Robert Golob, primer ministro esloveno, en declaraciones a la prensa. Además, Polonia ha anunciado esta semana su intención de suspender las reglas de asilo en su frontera con Bielorrusia -como hizo Finlandia en julio- por la presión migratoria que achaca a «ataques híbridos» orquestados por Rusia y Bielorrusia para instrumentalizar la migración. Sin embargo, el Gobierno de Países Bajos podría explorar una nueva posibilidad: enviar a Uganda a los solicitantes de asilo cuyas instancias hayan sido rechazadas, según ha reconocido la ministra de Comercio Exterior, Reinette Klever , este miércoles durante una visita al país africano. El proyecto, todavía sin desarrollar, se muestra como la respuesta neerlandesa al plan migratorio de Italia. Ataja la cuestión en la misma línea que el plan Ruanda del Reino Unido, elaborado por el Partido Conservador y cancelado por el 'premier' laborista Keir Starmer este verano. En caso de llevarse a cabo, Uganda percibiría una remuneración económica a cambio de acoger a los solicitantes de asilo.
