La inflación en la zona euro cayó en septiembre a un 1,7% interanual, su nivel más bajo desde junio de 2021 y por debajo del 2%, el umbral mínimo que recomienda el Banco Central Europeo (BCE) . Esta cifra definitiva, anunciada hoy por Eurostat, revisa a la baja el dato provisional que ya dio la agencia estadística de la Comisión a inicios de mes, cuando sitúo el auge de precios en el 1,8%. Así las cosas, la presión inflacionaria queda medio punto porcentual por debajo del 2,2% observado en agosto, anotándose el mejor dato desde abril de 2021. Los precios van camino de moderarse, hecho que añade presión al BCE para que siga recortando los tipos de interés con vistas a animar la economía. Precisamente, hoy el órgano de gobierno de esa institución bancaria tiene que decidir si vuelve a recortar los tipos en 25 puntos básicos, dando continuidad al ajuste de un cuarto de punto acometido en septiembre. Los analistas dan por sentada la decisión, aunque advierten que, a partir de aquí, será difícil preveer lo que hará el BCE hasta final de año, pues se ha inclinado por la política de ir tomando las decisiones paulatinamente. Según ha explicado la presidenta del BCE, Christine Lagarde , se espera que los precios repunten en los próximos meses, y eso añade no pocos riesgos a más bajadas de los tipos. Esta desaceleración de la inflación se explica especialmente por la caída del 6,1% en el coste de la energía, tras bajar un 3% interanual en agosto. Por contra, los alimentos frescos se encarecieron un 1,6%, cinco décimas más que el mes anterior. Al descontar el impacto de la energía, que es un bien volátil, sobre los precios, Eurostat calcula que la tasa de inflación de la zona euro se redujo una décima en septiembre, hasta el 2,6%. Y si también se excluyen el coste de los alimentos, el tabaco y del alcohol, la variable subyacente queda en el 2,7%, lo que supone un retroceso de una décima. Entre los países de la UE, a su vez, el mayor incremento del coste de la vida correspondió a Rumanía , con un 4,8%. Le siguen Bélgica, con un 4,3%, y Polonia, con una subida del 4,2% interanual. Por contra, las menores subidas de los precios se observaron en Irlanda, con un 0%; Lituania, con un 0,4%; y Eslovenia, que tuvo el mejor dato con una subida del 0,7%. En el caso de España la inflación también continúa su senda bajista, situándose en septiembre en un 1,5% de aumento con respecto al mismo mes de 2023, ocho décimas por debajo del dato de agosto, cuando la variación fue del 2,3%, y anotándose su mejor cifra desde marzo de 2021 (+1,3%). Como ha hecho Eurostat para Europa, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha explicado el retroceso por el abaratamiento de la energía, pero también por los paquetes turísticos y los alimentos; para estos últimos, la tasa interanual se redujo siete décimas, hasta el 1,8%. No obstante, los expertos avisan de que en España la inflación seguirá la tendencia que marcan los análisis del BCE y es muy probable que repunte a final de año, fundamentalmente por el regreso del IVA a los alimentos de la cesta básica, los precios de las materias primas y la energía.