Aplazada a noviembre por falta de acuerdo la decisión para endurecer el uso de mascarillas
La Comisión de Salud Pública ha decidido posponer hasta noviembre su decisión sobre el plan de medidas para enfrentar la próxima temporada de infecciones respiratorias, debido a la falta de consenso entre los participantes. El Ministerio de Sanidad había propuesto, entre otras medidas, un endurecimiento progresivo del uso de mascarillas.
Durante la reunión de este jueves, los directores generales autonómicos analizaron el borrador del documento "Evaluación del riesgo y recomendaciones para el control de las infecciones respiratorias agudas", con el que Sanidad quería lograr un consenso para mitigar el impacto de las infecciones respiratorias este otoño e invierno.
En él, la Dirección General de Salud Pública planteaba cuatro cuatro escenarios posibles de riesgo (0, 1, 2 y 3), que dependen de indicadores como la tasa de incidencia, hospitalizaciones e ingresos en UCI, en los que aplicar una serie de actuaciones homogéneas en todas las autonomías, aunque con la puerta abierta a que cada una añadiese otras nuevas según su situación.
El uso de mascarillas ha sido uno de los puntos clave, ya que Sanidad recomienda su utilización en todos los escenarios, con un aumento progresivo de su uso si la situación epidemiológica empeora.
El Ministerio había planteado este plan en respuesta al incremento de infecciones respiratorias del año pasado, con el objetivo de evitar un nuevo colapso en el sistema sanitario. A partir de ahí, el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) invitó a las comunidades a participar en la elaboración de una estrategia conjunta para evitar otro año más de colapso del sistema ante el aumento de los casos.
Invitación a la que respondieron Asturias, Castilla y León, Cataluña, Galicia, Extremadura, Murcia, la Comunidad Valenciana y La Rioja, que desde entonces han ido perfilando este plan de actuaciones comunes a lo largo de las cuatro reuniones que han tenido a lo largo del año con el CCAES para hacerlo.
Sin embargo, tras estudiarlo, algunos de los directores generales consideran que el plan está poco maduro; otros han cuestionado algunas de las recomendaciones como la de dar cinco días de baja a los trabajadores de centros residenciales contagiados que no puedan ser reubicados en otros puestos mientras les dure la infección y hay algunos que han criticado la falta de rigor y la improvisación.
Dado que no se ha alcanzado un consenso, se han citado para una nueva reunión extraordinaria el próximo mes de noviembre, en el que intentarán cerrar finalmente un documento que, no obstante, deberá pasar después el filtro de los consejeros en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.