El pueblo sacado de un cuento de hadas que está en los Picos de Europa
Bulnes, un encantador pueblo situado en el corazón de los Picos de Europa, es un lugar que parece sacado de un cuento de hadas. Con menos de 50 habitantes, Bulnes se caracteriza por su belleza natural y su aislamiento, lo que lo convierte en uno de los destinos más singulares de Asturias. Este pequeño enclave está rodeado de montañas majestuosas, verdes praderas y un entorno que invita a la tranquilidad.
Históricamente, Bulnes solo era accesible a pie a través de empinados senderos de montaña. Sin embargo, en 2001 se inauguró un funicular que facilita el acceso, permitiendo a los visitantes llegar sin dificultad. A pesar de esta mejora, el pueblo ha logrado mantener su esencia, con calles empedradas, casas de piedra y tejados de teja roja que evocan una sensación de nostalgia y paz.
Uno de los mayores atractivos de Bulnes es su proximidad al famoso Naranjo de Bulnes, una cumbre icónica que atrae a escaladores y excursionistas de todo el mundo. Esta montaña, conocida también como Picu Urriellu, es un desafío tanto para montañeros experimentados como para aquellos que buscan disfrutar de la impresionante naturaleza de la región. La belleza de los paisajes que rodean Bulnes ofrece múltiples oportunidades para el senderismo y la exploración.
El pueblo no solo es un destino ideal para los amantes de la naturaleza, sino también un lugar donde los visitantes pueden sumergirse en la cultura asturiana. En Bulnes, se pueden encontrar tradiciones locales que se han mantenido a lo largo del tiempo, así como la hospitalidad de sus pocos habitantes, quienes reciben a los visitantes con calidez.
En definitiva, Bulnes es un destino mágico que ofrece una escapada perfecta para aquellos que buscan desconectar del bullicio cotidiano y sumergirse en un entorno de ensueño. Para los que quieren experimentar un rincón de España que parece detenido en el tiempo, Bulnes es sin duda una parada obligatoria en los Picos de Europa