El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha pronunciado este jueves desde Bruselas, a la conclusión de la reunión del Consejo Europeo, por primera vez sobre la investigación abierta por el Tribunal Supremo (TS) contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. Sánchez ha mostrado su respaldo inequívoco a su actuación ya que, ha expresado, «ha hecho su trabajo. Ha hecho lo que debía hacer». El jefe del Ejecutivo, que ha dicho «respetar» la «posición» del TS, ha aseverado que García Ortiz lo que ha hecho «son dos cosas: perseguir al delincuente y, en segundo lugar, combartir la desinformación y un bulo». Tras su defensa cerrada de García Ortiz, Sánchez ha asegurado que la investigación que se le ha abierto por parte del Alto tribunal «nos permita recordar el origen de todo esto. Que es que el jefe de gabinete [Miguel Ángel Rodríguez] de la presidenta de la Comunidad de Madrid, a la sazón pareja de este delincuente confeso, propaga un bulo para situar la mentira del lado de la Fiscalía General del Estado». Sánchez, como en muchas otras ocasiones a cuenta del fraude fiscal de Alberto González Amador, ha pedido la dimisión de Isabel Díaz Ayuso, y además le ha exigido al líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, que le exiga «responsabilidades» a quien con sarcasmo ha definido como «su jefa». «En términos políticos», ha argumentado Sánchez desde el edificio del Consejo Europeo, «lo que tenemos que preguntarnos como sociedad es cuándo el Partido Popular le va a pedir explicaciones y le va a exigir responsabilidades a la presidenta de la Comunidad de Madrid, que es pareja de un delincuente confeso, que ha defraudado a Hacienda, como él mismo ha reconocido, y que además se ha lucrado y se ha enriquecido con las mascarillas durante la pandemia. Y, presuntamente, la presidenta de la Comunidad de Madrid puede haberse beneficiado de esa situación indirectamente». Sánchez se ha referido en otro momento de su intervención a «la situación que por desgracia está sufriendo el fiscal general del Estado». Sobre el escándalo que afecta a su antiguo hombre de confianza y exministro, José Luis Ábalos, para quien la fiscalía Anticorrupción pide ya su imputación por su «papel principal» en la trama del 'caso Koldo', el presidente del Gobierno ha presumido de haber actuado con contundencia al pedirle el escaño y abrirle un expediente de expulsión del PSOE, aún por resolver. «Cuando escucho al PP exigir responsabilidades de un caso, como es el del señor Ábalos, y el señor Koldo, donde nosotros hace ocho meses tomamos las acgtuaciones más contundentes, de la expulsión de la militancia del Partido Socialista... y me da lecciones de qué el Partido Popular», se ha interrogado retóricamente, acusando a los populares de emplear una «doble vara medir».
