'First Dates' volvió a abrir sus puertas una noche más este viernes 18 de octubre, una velada en la que Luis (47) estaba dispuesto por fin a encontrar a su media naranja; siente que a su edad se está empezando a conocer verdaderamente, y que además ha llegado al 'límite' de su soledad. Este policía nacional y apasionado del yoga nació en Madrid, aunque se mudó a Ávila «por un exceso de sociabilización», según explico en el momento de presentarse ante los espectadores. Contó además su llegada al restaurante del amor que el sexo le ha generado tantas inseguridades y decepciones que en un momento dado decidió desconectar de él. Sofía (47) fue la cita de Luis , una zaragozana que trabaja de vigilante de seguridad y a diferencia de su pretendiente, sí tenía descendencia. «Mis hijos son mi pasión y aparte de trabajar como vigilante trabajo los fines de semana como camarera para que no les falte de nada», contaba la soltera ante las cámaras del programa de Cuatro . Un dato biográfico sin más que, sin embargo, acabaría por tener un peso determinante en su encuentro con Luis . Las primeras impresiones entre Sofía y Luis resultaron prometedoras, pues a él le pareció atractiva la mujer, mientras que ella destacó la mirada limpia de su pretendiente. En sus respectivas profesiones también encontraron un punto en común. «Usamos las mismas herramientas», replicaba el agente de policía. El problema surgió cuando empezaron a intimar contándose sus vidas y Luis dejó claro que nunca ha querido tener hijos. «Es una cosa que siempre he tenido clara, no me he sentido nunca preparado para tenerlos. No me veo en una relación con hijos de por medio», desarrolló. Sofía , como madre de tres, se quedó en 'shock' al saberlo. «Fue un golpe duro. Me he caído en picado al oír que no le gustan, que no quiere tener», se desahogaba la soltera. De un plumazo, la ilusión que sintieron al conocerse se rompió y se transformó en decepción. Para él, suponía un condiciónate la maternidad de su cita. «Me ha pillado un poco desprevenido, no me veo teniendo una vida así», reiteró. Ese obstáculo era insalvable para ambos. De hecho, a partir de ese momento Sofía se sintió tensa e incómodo durante el resto de la cita. «Estoy un poco decepcionada, porque si no te gustan los niños, no sé qué hago aquí», admitía. En eso Lui s sí coincidía, consiente de que «cuando uno tiene un estilo de vida familiar y otro no, es muy complicado». La decisión final de los dos estaba muy clara de antemano. Por muy a gusto que se hubieran sentido conociéndose en el 'dating show', lo suyo no iba a llegar a ninguna parte, así que prefirieron no seguir perdiendo el tiempo dándose una segunda cita.
