Mogzaura, la historia de la perrita que viajó en bus por dos semanas en busca de su dueño
Una perra sin hogar recorrió los autobuses de Tiflis, capital de Georgia, durante dos semanas en un intento por encontrar a su dueño, conmoviendo a miles de personas. La historia de la terrier, bautizada como Mogzaura, se hizo viral en redes sociales tras aparecer en diversas fotografías y videos, donde se le veía esperando y mirando por las ventanas de los autobuses, según informó el medio Debate.
Los ciudadanos de Tiflis comenzaron a notar su presencia constante en el transporte público. “La vimos en la avenida David Agmashenebeli cuando subía al autobús”, escribieron en redes sociales algunos testigos de sus viajes diarios. Mogzaura era conocida por bajarse de un autobús solo para subirse a otro, como si en cada parada esperara encontrar al ser que tanto anhelaba.
A pesar de que muchas personas le ofrecieron comida y la acariciaron durante su travesía, nadie se animaba a llevarla a casa. Su persistencia y la tristeza reflejada en su mirada conmovieron a todo el país, generando una ola de apoyo y compasión. Sus imágenes comenzaron a circular en los medios de comunicación, lo que llamó la atención de la televisión local.
El programa televisivo Tatebis Imedi (Patas de esperanza) intervino para ayudar a la fiel perra. Voluntarios del programa lograron capturarla finalmente para brindarle atención y encontrarle un hogar definitivo. La conductora del programa, Sofía Beroshvili, agradeció públicamente a todos aquellos que contribuyeron a rescatar a Mogzaura.
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A pesar de los esfuerzos por localizar a su dueño original, los voluntarios concluyeron que el propietario podría haber abandonado el país, dejando a la perra a su suerte. “Es común que esto suceda aquí. Mogzaura le siguió buscando hasta el final”, explicó Beroshvili.
Finalmente, Mogzaura encontró un hogar permanente en las afueras de la ciudad, gracias a Gueorgui, un miembro de un grupo de voluntarios que cuida de animales callejeros. Antes de llegar a su nuevo hogar, vivió temporalmente con una joven universitaria que la cuidó mientras se concretaba la adopción definitiva.
La historia de Mogzaura no solo ha tocado el corazón de los georgianos, sino que también ha servido para crear conciencia sobre el abandono animal, inspirando a muchos a tomar acción para ayudar a los perros callejeros.
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