Emilia Pérez abrió el Festival Internacional de Cine de Morelia con una propuesta que desarma expectativas: un musical sobre el narcotráfico que no solo retrata la realidad de nuestro país, sino que la reinventa a través de la danza y la música.Bajo la dirección de Jacques Audiard, la película cruza por varios géneros, como si la propia narrativa quisiera liberarse de los moldes preestablecidos; el cineasta confesó que fue México el país lo inspiró “hace 42 años”. Hacerla aquí “cobraba sentido”.“La película proviene de mi lectura de Escucha (Ecoute), una novela en la que había un personaje llamado Flaco, que era un narco que quería convertirse en mujer, que quería hacer una transición. Eso me impactó muchísimo”, explicó Audiard.Pero “Boris Razon (el autor) no desarrolló al personaje; así que, lo llamé al día siguiente y le pregunté qué pensaba hacer con él, si tenía alguna idea. Me dijo que no tenía ninguna. Tomé la idea y la desarrollé”, agregó sobre cómo surgió la historia de Emilia Pérez.Si bien, la película se centra en la vida de un narcotraficante que sueña con transicionar y convertirse en mujer, toca también temas complejos de México, el crimen organizado, la ola de violencia y los desaparecidos “son temas que me mueven”.“El tema de los desaparecidos es algo que me conmueve profundamente”, señala Audiard, refiriéndose a la tragedia de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Esa herida resuena en el corazón de la película, cuántas vidas puede vivir una persona y a qué costo.“Recuerdo a esos chicos. Eran al menos 40 estudiantes. Estás en México y las noticias siguen. En Francia se hace un artículo y al día siguiente quedó atrás, te aseguro que se olvida. Yo no olvido”, agregó el cineasta francés, respecto a los temas que lo tocan.Lo que hace de Emilia Pérez una historia distinta es la fusión de música y realidad. "Empecé a escribirla como una ópera," recordó Audiard. Y eso se siente en cada escena, donde la narrativa fluye como una sinfonía de imágenes y sonidos.La danza, lejos de ser un adorno, se vuelve el lenguaje de la historia: “Integrar la danza en un tema tan oscuro fue uno de los mayores desafíos, porque reflejan las luchas internas de los personajes” comentó Damien Jalet, el coreógrafo de la cinta.Para Adriana Paz, la primera actriz mexicana en ganar el premio a la mejor interpretación femenina en Cannes por su papel en esta película, el proceso fue un viaje emocional y técnico: “me encantan los musicales, pero este fue un reto muy especial,” dijo,“Hubo un momento en que la música me tocó tan profundamente que terminé llorando, y Jacques solo dijo: ‘Llora’, dejando que la emoción guiara mi actuación.” La música en Emilia Perez no solo acompaña la trama, la transforma, al igual que a los personajes.Karla Sofía Gascón da vida al personaje central de la historia, ella reflexionó sobre cómo la película se vuelve un espejo de superación: “los que salen de verla quieren ser mejores personas. México queda como un lugar donde uno puede reinventarse y ser mejor.”Esa es la esencia más profunda de Emilia Perez: un canto de resiliencia y diversidad, a la lucha por una identidad auténtica. Porque, al final, la realidad puede ser tan polifacética como un musical, y tan transformadora como el deseo de vivir una vida distinta.“Cuando hice este proyecto mi mujer me dijo ‘qué vas a hacer ahora’ le dije ‘superar lo que he hecho antes’ y esta película es eso, la culminación de todo lo que le dije. Esto se resume en aportar a un personaje lo único que le puedes dar, tu propio ser”, dijo.“El alma al final sigue siendo la misma, lo que tenemos es un personaje que quiere salir de su oscuridad, tocar la vida y al final vuelve a morir, es un personaje maravilloso que quiere evolucionar, como todas las almas y como nuestro ser”, agregó Gascón.Emilia Perez representará a Francia en la próxima entrega del Oscar, “Francia tomó una película basada en México, hablada en español, para representar a su país en la carrera de los premios. La película es mucho amor para México”, agregó la actriz.Zoe Saldaña, Selena Gómez, Adriana Paz y Karla Sofía Gascón recibieron el premio a la mejor interpretación femenina en la pasada edición del festival de Cannes. La película fue producida por el mexicano Nicolás Celis y se rodó en Francia.jk
