En Atenas un jefe de estación hizo circular, por equivocación, un tren de cercanías por una vía de la red de metro. El incidente, que tuvo lugar el pasado 9 de octubre, acaba de salir a la luz gracias a una denuncia del sindicato de maquinistas. Las empresas que gestionan la red ferroviaria helena , Hellenic Train y OSE, han emitido un comunicado en el que responsabilizan de los hechos al jefe de estación y al maquinista , afirmando que se trata de un caso de «falta de profesionalidad y formación» de los implicados, mientras aseguran que en ningún caso los pasajeros del convoy corrieron peligro. También han anunciado la apertura de un proceso disciplinario para depurar responsabilidades. La operadora, Hellenic Train, propietaria de los trenes que circulan por la red ferroviaria del país y responsable de su circulación, sostiene que siguen «los protocolos de seguridad en todos sus procedimientos y están implementando modernos sistemas de formación y evaluación de su personal». Por su parte, la Fiscalía de Atenas ha solicitado una investigación urgente para esclarecer si los implicados en el incidente cometieron o no un acto delictivo. Los maquinistas, sin embargo, niegan las conclusiones de Hellenic Train y piden la suspensión de los directivos de la compañía porque, según afirman, «intenta desviar la opinión pública de los problemas existentes en la red ferroviaria» que ellos llevan meses denunciando. Además, aseguran que no tienen miedo a las sanciones y que seguirán luchando por mejorar los problemas existentes en la red. El pasado 10 de octubre, el Sindicato Panhelénico de Maquinistas convocó una huelga de 24 horas para exigir, entre otras cosas, la mejora de las medidas de seguridad, la puesta inmediata de los sistemas de control remoto y la señalización luminosa en toda la red, la finalización de los proyectos de infraestructuras y superestructuras, para que no vuelva a suceder un accidente como el de Tempe de febrero de 2023 cuando un choque frontal dejó 57 víctimas mortales, en su mayoría estudiantes universitarios. El trágico accidente del valle de Tempe sacó a la luz el deplorable estado en el que se encontraba el sistema de transporte ferroviario del país: sin sistemas de teledetección y semáforos en gran parte de la red a pesar de que Grecia había recibido ingentes cantidades de dinero de la UE para las obras de acondicionamiento y modernización de los sistemas de seguridad ferroviaria. El pasado 13 de septiembre, dos trenes de cercanías que circulaban por la misma vía estuvieron a punto de colisionar frontalmente en el tramo entre Atenas y Hagioi Anargyroi. Según un informe de OSE, empresa propietaria de la infraestructura ferroviaria, se trató de un error de los dos trabajadores del Centro de Control Remoto; supuestamente el jefe de estación se levantó de su asiento para ir al baño y el colega que le reemplazó no fue informado sobre el movimiento de los trenes. Según OSE, el tren procedente de Corintia tendría que haber esperado en la estación del suburbio ateniense de Hagioi Anargyroi, pero el maquinista recibió la orden de continuar el recorrido. Los sindicatos de trabajadores de Hellenic Train se han quejado en multitud de ocasiones del lamentable estado de la red ferroviaria, que presenta problemas como la falta de mantenimiento en las vías y que provocan a menudo problemas, como el accidente sucedido el pasado 14 de febrero, cuando un convoy que circulaba por la región del Ática con 35 pasajeros a bordo colisionó contra unos troncos de árbol que habían caído sobre las vías. El diario griego 'Kathimeriní' relaciona los problemas de la red ferroviaria a la reducción de personal llevada a cabo durante los años de la crisis. Según este medio, en la actualidad trabajan 640 personas cuando las dos empresas que gestionan la red deberían contar con unos 2.500. Por no hablar de la inadecuada formación que reciben. En este sentido, cabe destacar que las investigaciones del choque frontal de Tempe de febrero de 2023 destaparon el proceso fraudulento por el que Vasilis Samarás , jefe de la estación de Lárisa, imputado por colocar a los trenes que colisionaron en la misma vía, había sido contratado sin cumplir ni uno solo de los requisitos exigidos en la convocatoria. A finales de septiembre, un interventor de la línea entre las ciudades de Atenas y Calcis fue suspendido de empleo y sueldo tras descubrirse que estafaba a los viajeros. «Tales incidentes inapropiados son inadmisibles, injustificados y en ningún caso reflejan la integridad de los empleados y de la empresa», afirmó Helenic Train a través de un comunicado. Ante los incidentes de los últimos meses, el Organismo Nacional de Investigación de Accidentes Aéreos, Ferroviarios y Seguridad del Transporte ha exigido a todos los operadores ferroviarios el estricto cumplimiento de las normativas de seguridad previstas en el Reglamento General de Circulación, con especial énfasis en la observancia de las señales luminosas, la aplicación de castigos contra los infractores y la inmediata limpieza de la red ferroviaria. En un comunicado de prensa el organismo afirma que los problemas de comunicación causantes del accidente de Tempe «siguen siendo una práctica común hasta a día de hoy». El organismo denuncia, además, la inexistencia de un código unificado en las comunicaciones por radio y la falta una terminología consensuada, lo que dificulta que los mensajes sean entendidos correctamente por los involucrados,
