Sorpresa en la Armada por el ascenso de dos almirantes que se jubilan en un año
- Se jubilan en junio y julio de 2025
- Entre 9 y 14 meses en el cargo
- Almirantes para dos, tres o cuatro años
- Sus antecesores
- Extrañeza entre altos mandos
- Preguntas a la Armada
- Polémicas por ascensos y nombramientos
La cúpula de la Armada ha sufrido varios cambios importantes este año 2024, aunque se mantenga como Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA) el almirante general Antonio Piñeiro, nombrado en abril de 2023.
A principios de abril, almirante Gonzalo Sanz Alisedo sustituyó a Carlos Martínez-Merello y Díaz de Miranda como Almirante Segundo Jefe de Estado Mayor de la Armada (2º AJEMA).
Sanz Alisedo dejó libre el puesto de Almirante Jefe de Personal (ALPER). Le sucedió Pedro Luis de la Puente García-Ganges, que hasta entonces era jefe del Arsenal de Cartagena: un cargo especialmente relevante, por cuanto allí se ubica la Flotilla de Submarinos y en sus astilleros Navantia construye los submarinos S-80. La ministra Robles visita con cierta frecuencia Cartagena para seguir de cerca los avances del programa.
También hubo relevo en el cargo de Almirante Jefe de Apoyo Logístico (AJAL) de la Armada. Pasó a retiro el almirante Ricardo Atanasio Hernández López, y en su lugar fue nombrado a principios de este mes octubre Ignacio Frutos Ruiz, que dejó el mando del Arsenal de Ferrol.
Se jubilan en junio y julio de 2025
Dos de los nuevos altos mandos de la estructura de la Armada fueron ascendidos de vicealmirante a almirante para ocupar dichos puestos: Pedro Luis de la Puente, en abril, y Ignacio Frutos, en octubre.
Ambos almirantes comparten un dato biográfico: nacieron en 1960.
Tiene su importancia, por el artículo 144 de la Ley 17/1999, de 18 de mayo, de Régimen del Personal de las Fuerzas Armadas. En el punto 1. a) de dicho artículo se establece que “los Tenientes Generales y los Generales de División pasarán directamente a retiro al cumplir la edad de sesenta y cinco años”.
El empleo equivalente a teniente general en el Cuerpo General de la Armada es el de almirante. Por lo tanto, los almirantes pasan a retiro al cumplir los 65 años.
De acuerdo con noticias publicadas en medios locales de Murcia -por el Arsenal de Cartagena- y Galicia -por el Arsenal de Ferrol-, Pedro Luis de la Puente García-Ganges nació el 4 de junio de 1960, así que cumplirá 65 años el 4 de junio de 2025, mientras que Ignacio Frutos Ruiz alcanzará la edad de 65 años el 22 de julio de 2025.
Al pasar a la situación de retiro, ambos cesarán automáticamente de los puestos que ocupan en la estructura de Apoyo a la Fuerza de la Armada.
Entre 9 y 14 meses en el cargo
Pedro Luis de la Puente García-Ganges fue ascendido de vicealmirante a almirante, “a propuesta de la ministra de Defensa y previa deliberación del Consejo de Ministros”, por Real Decreto 237/2024, de 5 de marzo.
Tres semanas después fue nombrado Almirante Jefe de Personal de la Armada, por Real Decreto 342/2024, de 26 de marzo.
Por tanto, va a permanecer en activo como almirante 15 meses, entre principios de marzo de 2024 y el 4 de junio de 2025 en que cumpla los 65 años y pase a retiro. Va a ocupar el cargo de Almirante Jefe de Personal de la Armada 14 meses y una semana.
Ignacio Frutos Ruiz ascendió a almirante por Real Decreto 1006/2024, de 1 de octubre, y ocupa el cargo de Almirante Jefe de Apoyo Logístico de la Armada en virtud del Real Decreto 1012/2024, de 1 de octubre.
Cuando el 22 de julio cumpla la edad de pase a retiro llevará nueve meses y tres semanas como almirante y como jefe de Apoyo Logístico de la Armada.
Almirantes para dos, tres o cuatro años
Distintas fuentes de la Armada consultadas por Confidencial Digital coinciden en que los ascensos y nombramientos de Frutos y de De la Puente han sido muy comentados internamente.
El motivo de esos comentarios es que no faltan quienes no entienden por qué se ha elegido para ocupar dos puestos de almirante en la estructura de dirección de la Armada a vicealmirantes a los que les quedaba por más o menos de un año para cumplir 65 años y pasar a retiro.
Entre quienes han extrañado estos nombramientos, algunos explican que lo habitual es que se ascienda a vicealmirantes que tienen posibilidad, por edad, de estar al menos dos años, o tres o cuatro incluso, en el empleo de almirante y en puestos de responsabilidad, para que haya cierta continuidad.
Es decir, se suele (o se solía) elegir a vicealmirantes que aún tuvieran mayor recorrido profesional.
“Ha pasado más veces, pero no es habitual”, “ha sido muy comentado porque no era normal hasta ahora”, son algunos de los comentarios que ECD ha recabado entre oficiales generales y oficiales de la Armada.
Sus antecesores
Se puede comparar el tiempo que estarán en sus puestos los dos almirantes citados, con lo que sucedió con sus predecesores en sus actuales cargos.
Gonzalo Sanz Alisedo, ahora 2º AJEMA, fue ascendido a almirante el 25 de abril de 2023, y ese mismo día fue designado Almirante Jefe de Personal de la Armada.
Sanz Alisedo nació en 1963. Eso significa que fue ascendido a almirante en torno a los 60 años, y que si llega como almirante en activo a los 65 años (en 2028) y entonces pasa a retiro, habrá permanecido en el empleo de almirante cinco años.
Es cierto que sólo ocupó durante un año el puesto de Almirante Jefe de Personal, pero porque fue elegido para sustituir al almirante Carlos Martínez-Merello y Díaz de Miranda como Almirante Segundo Jefe de Estado Mayor de la Armada.
El anterior Almirante Jefe de Apoyo Logístico de la Armada, Ricardo Atanasio Hernández López fue ascendido a almirante y nombrado para ese puesto por real decreto 22 de septiembre de 2022.
Cesó en el cargo al pasar a retiro el 28 de septiembre de 2024. Por tanto, fue almirante y jefe de Apoyo Logístico de la Armada durante dos años.
Es cierto que la cúpula de la Armada se ha movido más de lo normal en los últimos años por causas poco corrientes.
A principios de 2021, el Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada, almirante general Teodoro Esteban López Calderón, fue elegido por Margarita Robles para sustituir al general del aire Miguel Ángel Villarroya como Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), cuando este cesó en la polémica suscitada cuando ECD desveló que se había vacunado contra el coronavirus (él y otros generales del Estado Mayor de la Defensa) cuando aún se estaba priorizando en la vacunación a los ancianos de residencias y al personal sanitario.
A López Calderón le sustituyó como AJEMA el almirante Antonio Martorell Lacave, quien ocupó dos años el cargo hasta que falleció en marzo de 2023.
Margarita Robles eligió como nuevo AJEMA al almirante Antonio Piñeiro, quien era desde dos años antes Almirante Jefe de Personal. El ascenso de Piñeiro inició la cascada de relevos, ya que al frente de Personal fue nombrado, en 2023, Sanz Alisedo.
Extrañeza entre altos mandos
Aún así, en ámbitos de la Armada se comentado la extrañeza por el hecho de que la ministra de Defensa y el AJEMA Piñeiro hayan elegido para ascender a almirante en este año 2024 a vicealmirantes tan mayores: Pedro Luis de la Puente tenía 63 años y nueve meses, mientras que Ignacio Frutos había ya cumplido los 64.
“Hay otros vicealmirantes, más jóvenes, que podrían estar más tiempo en el empleo y en esos puestos de responsabilidad”, apuntan las fuentes consultadas por ECD.
Oficiales generales de otros ejércitos coinciden en que es bastante raro elegir a oficiales generales de esa edad para ascender a almirante o teniente general, a sólo un año de pasar a retiro por cumplir 65 años.
Distintas fuentes coinciden en una teoría. Aseguran que en ocasiones nombramientos de altos mandos que apuntan a una etapa corta obedecen a que se está ya pensando en el siguiente relevo.
Es decir, que se piensa en otro oficial general, que por motivos de ascensos, tiempos y empleo, aún no está “habilitado” para ocupar dicho puesto. Se elige por tanto a alguien “de transición”, que asumirá esa responsabilidad por un tiempo corto, y ya posteriormente ese otro oficial general más joven puede ya ser elegido para el puesto.
En ocasiones, esa opción de “guardar el puesto” a un elegido implica también evitar que ascienda alguien no deseado, que de esa forma pasa a la reserva. Entre oficiales generales de las Fuerzas Armadas es lo que se conoce como “ingeniería de escalerilla”, que suele provocar malestar entre los perjudicados.
Preguntas a la Armada
Confidencial Digital se puso en contacto con el Cuartel General de la Armada el lunes 14 de octubre, para plantear una serie de preguntas sobre este asunto de los ascensos a almirante del jefe de Personal y del jefe de Apoyo Logístico:
1) A la hora de elegir a esos oficiales generales para ocupar los dos puestos citados, ¿el AJEMA tuvo en cuenta que pasarán a retiro en 2025, y por lo tanto sólo podrán estar un año en el puesto?
2) ¿Es habitual nombrar para puestos de responsabilidad a almirantes que sólo puedan estar un año antes de pasar a retiro? ¿O se suelen elegir a oficiales generales que puedan estar al menos dos, tres o cuatro años?
3) ¿No se encontraron vicealmirantes más jóvenes aptos para ambos puestos?
4) ¿Ha sido el AJEMA quien ha elegido a ambos vicealmirantes para ascender y ocupar la Jefatura de Personal y la Jefatura de Apoyo Logístico? ¿O los eligió la ministra de Defensa?
5) ¿El Consejo Superior de la Armada fue informado de las propuestas de ascenso y nombramiento de esos dos oficiales generales?
Pasados seis días, al cierre de esta edición el domingo 20 de octubre, no se había obtenido respuesta.
Polémicas por ascensos y nombramientos
En los más de seis años de Margarita Robles como ministra de Defensa, los ascensos, nombramientos y ceses de oficiales y oficiales generales han causado polémicas internas en el Ejército de Tierra, en la Armada, en el Cuerpo Jurídico Militar, en el Cuerpo Militar de Sanidad...
En ocasiones ha generado controversia que el ministerio no respetara de forma más estricta la antigüedad y el escalafón, así como las propuestas de los consejos superiores y de las juntas de evaluación, a la hora de ascender y nombrar a oficiales generales para puestos de responsabilidad.