Pitido inicial y desesperación del Barça por tener la pelota. El once de
Hansi Flick con
Ansu Fati por la inesperada baja de
Eric Garcia en el calentamiento y metiendo a Pedri junto a
Casadó para la elaboración del juego. El Sevilla, extrañamente ‘tímido’ para presionar en campo azulgrana. Los de
García Pimienta juntaron líneas cerca de su área pero esa conjura defensiva les duró 23 minutos. Cuando Peque cometió el inocente penalti a
Raphinha, empezó el tormento psicológico para
Badé,
Marcao,
Carmona,
Pedrosa,
Gudelj,
Agoumé; hasta
Lukébakio y
Ejuke se transformaron en segundos laterales. Mucha protección para
Nyland pero ante un Barça que con el 1-0 de
Lewandowski puso precisión, ritmo, desmarques y pegada al servicio del equipo. Y ya no había forma de parar a los peloteros de
Flick cuando entraron en efervescencia. Por todos lados entraba
Raphinha,
Lamine atraía a medio Sevilla y
Ansu se juntaba con
Lewandowski esperando el ansiado remate. El fútbol-control de
Pedri y
Casadó fue mayúsculo y el disfrute del frente de ataque, constante. Mucha diferencia entre el líder y el Sevilla.
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