Unos presupuestos «tristes» o que, directamente, pueden ser «papel mojado», en función de a quién se le pregunte. Socialistas y nacionalistas han cargado este lunes, desde la orilla de la oposición, contra el proyecto autonómico de ley que busca habilitar los Orzamentos de 2025 para Galicia y que la Xunta presentó este sábado en el Parlamento. Tanto el líder del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, como su homóloga del BNG, Ana Pontón, han censurado las cuentas de la Xunta por ser «poco ambiciosas» e «insolidarias» –respectivamente–, considerando que no ataja como debe cuestiones clave, como el crecimiento de la deuda pública. Ambos grupos han avanzado que presentarán sendos recursos de devolución contra el proyecto. Por un lado, Besteiro ha tildado los presupuestos de «tristes», faltos de «ambición» e «ilusión» para afrontar los retos de la Comunidad: «Son probablemente los que quiere Rueda, pero no los que Galicia necesita», ha remachado. Sus declaraciones las ha ofrecido en una rueda de prensa en la que también ha criticado el aumento de la deuda autonómica, que «está asfixiando» las cuentas públicas, ha dicho, citando los 1.763 millones de euros –un 16,7% más que en 2024– que destinarán a su pago. Una partida «superior» a la destinada a Política Social y que «triplica» la subida en atención primaria y hospitalaria, según Besteiro, que ha criticado que «Rueda no quiere que se le condone ni total ni parcialmente» la deuda a la Comunidad. Por otro, Pontón ha sido más categórica en su arremetida y ha tachado los Orzamentos de la Xunta de «insolidarios, farsa y papel mojado». Según ha dicho, «benefician a los más ricos, fomentan la especulación con la vivienda»: «La medida estrella es bajar los impuestos a las grandes fortunas , constructoras y fondos buitre que decidan comprar para alquilar al precio que les dé la gana«, ha afeado. Como Besteiro, la portavoz nacionalista también se ha mostrado preocupada por la situación de la deuda pública gallega: »La partida sigue siendo la de gasto más importante de los presupuestos de la Xunta« y »se gasta más« que para dependencia, ha enunciado. Siguiendo la misma tónica que el PSdeG, ha considerado »escandaloso« ver »cómo [desde el Gobierno gallego] se niegan a negociar la reducción de la deuda que el BNG consiguió en el acuerdo de investidura«. No ha sido lo único en lo que coincidieron ambos grupos: unos y otros han cargado contra la ley de acompañamiento de los presupuestos como herramienta para la modificación de la norma de modo que «se evita la tramitación de cuestiones tan importantes como la vivienda», que exige un debate con «luz y taquígrafos»; y la energía, «otra cuestión estratégica» para Besteiro: «Se hace mal utilizando esa ley porque se pretende burlar el debate», ha apostillado. Pontón, por su parte, la ha tachado de «coladero» empleado para «modificar por la puerta de atrás más de 50 normas». En concreto, se ha referido al sector eólico y acusó a la Xunta de poner una «alfombra roja» a ese «lobby», tratando de «convertir a todo el país en un lugar donde se pueden poner» molinos «fuera de la planificación sectorial». La portavoz municipal del BNG de Santiago, Míriam Louzao, ha avanzado también el lunes que su corporación consultará jurídicamente si la tasa turística presentada por la Xunta en la ley de acompañamiento es «jurídicamente válida». En rueda de prensa, Louzao ha lamentado una «falta de palabra con lo prometido» por parte de la administración autonómica. «Se dijo que esa ley estaba ya desarrollada en la ley de acompañamiento, pero no está. Hay un nuevo compromiso, que nos parece vago e impreciso», ha afirmado, por lo que buscarán «confirmar si tal y como aparece recogido es jurídicamente válido». Con todo, ha considerado «una buena noticia» que se pueda poner en marcha esta medida, pero ha insistido en que sea la Xunta, a través de la Atriga, quien lo recaude. En su opinión, eso ayudaría a que otros municipios también pongan en marcha el impuesto.
