Ofrecía productos de puerta en puerta en Ventanilla y hoy lidera a 1.400 consultoras: ganó un carro, viajó a Dubai y compró su depa

Rocío Ruiz, una mujer luchadora de 42 años, ha recorrido un largo camino desde sus humildes inicios en un asentamiento humano en Ventanilla, Callao. A pesar de no estudiar una carrera profesional, encontró en las ventas por catálogo la oportunidad que cambiaría su vida para siempre. Hoy, después de cinco años de esfuerzo y dedicación, lidera un equipo de más de 1.400 consultoras, ha viajado a destinos exóticos como Dubái y ha logrado comprar su propio departamento.

A sus 37 años, siendo madre de tres hijos, descubrió un nuevo rumbo que le permitió no solo mejorar su situación económica, sino también empoderarse como mujer.

¿Quién es Rocío Ruiz?

Rocío Ruiz nació en La Victoria, Lima, pero creció en Ventanilla, Callao. Desde joven, se enfrentó a múltiples dificultades, entre ellas, la crianza de sus tres hijos sin el apoyo cercano de su familia, quienes son del departamento de Ancash. Intentó estudiar idiomas en un instituto y computación en SENATI, pero no pudo culminar ninguna de las carreras.  

A pesar de ello, su espíritu incansable la impulsó a buscar formas de mejorar su situación y la de su familia. Su vida dio un giro en 2019, cuando con 37 años conoció a Yanbal, mediante una madre de familia del colegio de uno de sus hijos. Decidida a cambiar su destino, Rocío comenzó a vender productos de belleza y cuidado personal de puerta en puerta, para conectar con nuevos clientes.

Lo que comenzó como una pequeña fuente de ingresos, pronto se convirtió en una oportunidad de crecimiento personal. Hoy es líder de un grupo de más de 1.400 consultoras y cuatro directoras. Las directoras en Yanbal son las encargadas de formar a otras emprendedoras.

“Las clases eran de 8 a.m. a 1 p.m. Entonces me levantaba temprano para hacer el desayuno, almuerzo, limpiar la casa y dejar a mis hijos en el colegio. Hasta su hora de salida aprovechaba para hacer trabajo de campo; es decir, tocar puertas, volantear, o hacer spa facial. En la tarde, pasaba tiempo con mis hijos y hacía trabajo de oficina y esa era mi rutina porque lamentablemente vivía prácticamente sola porque el papá de mis hijos laboraba en provincia”, señaló en entrevista exclusiva con La República.

¿Cómo pasó de ofrecer productos de Yanbal de puerta en puerta a ganar un carro, viajar a Dubái y tener su propio departamento?

Desde el principio se organizó para escalar de posición y mejorar su situación económica. En su sexto mes ya era una empresaria. Sin embargo, cuando se enteró de que podía ganar viajes internacionales, se motivó aún más para lograr ese sueño.

“Te decían, por ejemplo, que el mínimo era lograr S/20.000 en una venta grupal, tú y la gente que has adquirido, pero yo hacía S/40.000 o S/50.000 y ese puntaje te ayudaba a conseguir un viaje internacional, pero yo no lo sabía, solo quería tener buenos honorarios, porque quería salir del lugar donde yo vivía. Creía que mis hijos merecían una vida mejor”, indicó.

Cuando empezó a aumentar sus ingresos, los bancos comenzaron a llamarla para ofrecerle crédito. Rocío aprovechó la ocasión para a mudarse a un departamento, todavía en ventanilla, pero en una urbanización mucho más moderna.

En diciembre de 2019 viajó con Yanbal a Cartagena, Colombia, debido al rango de ventas que había conseguido en su primer año de trabajo. Hasta el momento, ha visitado Rivera Maya, en México, Barú, en Colombia, y Dubái, donde ganó la Cumbre Mundial. Asimismo, este 2024 obtuvo un carro, como premio a su ascenso a Super senior.

¿Cómo Rocío logró destacar en Yanbal?

Aunque en el Perú existen muchas mujeres dedicadas a la venta de Yanbal, Rocío logró destacar debido a su organización y la disciplinada rutina que cumplió cada día, pese a las adversidades. En un momento tuvo que afrontar la burla de sus vecinas y la separación del padre de sus hijos.

“Me levantaba temprano, tenía una disciplina con mis hijos y eso me ayudó a ser persistente. He tenido muchas caídas, pero cada una me hacía más fuerte. De 20 puertas tocaba, una se abría y eso me levantaba el ánimo para regresar a casa con una referencia, una incorporación o con un cliente. Yo salía con esa mentalidad tan positiva, a diferencia de mis compañeras que no querían salir porque hacía mucho calor o mucho frío”, reveló para este medio.

Aquel esfuerzo la llevó a ocupar los primeros lugares en las reuniones que organizaba Yanbal y a continuar mejorando constantemente hasta subir desde Junior a Senior y ser hoy Super senior. Ese éxito también se ha trasladado a la calidad de vida de sus hijos: el menor pasó de estudiar en una escuela estatal a una privada, mientras su hija se prepara para ser aeromoza y su hijo mayor estudia en una conocida universidad nacional del Perú.