La jornada escolar va a ser el caballo de batalla en los próximos meses en Madrid. El Gobierno regional ha abierto la espita con el anuncio de la presidenta Díaz Ayuso, el pasado septiembre, de que primaría la jornada partida en los colegios, en lugar de la continuada, que ahora tienen casi el 80 por ciento de los centros escolares públicos. Ayer, el consejo de Gobierno ha dado un nuevo paso, al iniciar los trámites para el decreto que establecerá como prioritaria esta jornada partida. Una modalidad por la que apuestan pedagogos, padres, nutricionistas y expertos, incluso la OCDE. Pero que es una de las reivindicaciones que los sindicatos de profesores llevan como motivos de la huelga que mantendrán el próximo martes, 29 de octubre. El proyecto de nuevo decreto sale ahora a consulta pública, con la intención de flexibilizar el procedimiento para pasar de la jornada continuada a la partida. Ahora se decide mediante un largo procedimiento en el que están involucrados todos los miembros de la comunidad educativa en el centro afectado: profesores, padres, dirección y alumnos. Se trataría de encontrar una fórmula legal que posibilite que esta situación se revierta si así lo quiere la mayoría de la comunidad educativa. Siempre sin obligar: «No lo imponemos; lo desarrollamos para aquellos que quieran», aseguró el consejero de Presidencia y portavoz, Miguel Ángel García Martín. La idea del Gobierno regional es que con carácter general, los colegios tengan jornada partida. Por eso va a cambiar la norma que regula ahora el cambio de jornada, que está vigente desde 2012, para flexibilizarla y que todo el que quiera volver al horario partido, lo pueda hacer. Por otra parte, a partir del curso próximo, todos los colegios nuevos que se abran tendrán este tipo de jornada, y no se permitirá que ningún centro de los ya existentes se cambien a la continua. Una medida que no gusta a los sindicatos de profesores. Las cuatro principales organizaciones del sector, CC.OO., UGT, CSIF y ANPE, han convocado la próxima semana una jornada de huelga el 29 de octubre, seguida de una manifestación por la tarde, y entre otras medidas, plantean la «libertad de elección de jornada en los centros», contra el criterio de la Comunidad de Madrid que pretende que se imponga la partida. En este caso, los sindicatos se han quedado solos en esta petición: diversos estudios científicos han puesto de manifiesto que es positivo para los alumnos y para su rendimiento académico que haya periodos lectivos alternados con tiempos de ocio, alimentación y descanso. En lugar de una jornada continuada desde las 9 de la mañana hasta las tres de la tarde, que ha sido criticada por nutricionistas, pedagogos y en estudios realizados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que han propuesto acabar con la jornada continua o intensiva, e implantar la jornada partida con clases mañana y tarde con una pausa para comer, como fórmula efectiva para reducir el abandono escolar prematuro. Además de las medidas que ya han anunciado, en la Consejería de Educación, que dirige Emilio Viciana, se trabaja también para que los colegios que ya tienen jornada intensiva puedan ofrecer nuevas actividades de manera que los alumnos sin recursos ni alternativas puedan seguir más horas en sus colegios. Se trata, insisten desde la Comunidad, de facilitar la conciliación laboral y familiar y la libre elección de colegios por parte de los padres. La jornada continuada se ha convertido en la mayoritaria entre los colegios públicos madrileños. Pero eso no significa que los padres estén conformes con ella. De hecho, el anuncio de la presidenta regional de que primaría a partir de ahora la jornada partida despertó una corriente inmediata de simpatía entre las asociaciones de padres de alumnos. En concreto, desde la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos Francisco Giner de los Ríos, que agrupa a un millar de asociaciones de padres y madres de alumnos en la región, se manifestó su apoyo a la iniciativa de Sol de implantar esta jornada partida de manera obligatoria en los nuevos colegios que se abrieran. «Siempre hemos defendido –explicaron– que cualquier medida educativa debe priorizar el interés superior del menor». Añaden además los padres que «más tiempo escolar y mejor distribuido contribuye positivamente al desarrollo integral de los estudiantes, tanto desde el punto de vista académico como en términos de bienestar físico y emocional». Y hacen referencia a «diversos estudios e informes publicados sobre los sistemas educativos en Europa que apoyan las ventajas de contar con tiempos escolares mejor repartidos entre la mañana y la tarde». La semana empezará en Madrid con las movilizaciones convocadas por los principales sindicatos del profesorado: la huelga el martes, y esa misma tarde, una manifestación entre Neptuno y Sol. Le seguirá otra jornada de paro el 21 de noviembre, con otra marcha. Los sindicatos piden, además de la libertad para elegir jornada, una reducción del horario lectivo que revierta los incrementos que se aplican desde 2011, más rebaja de ratios y una equiparación salarial de los docentes madrileños con los de otras regiones, ya que ahora se sitúan los séptimos del ranking, afirman.