Grupo Salinas advierte que fondos buitre intentan presionar al Estado tras derrotas legales en EU

Grupo Salinas afirmó que los fondos buitre Cyrus Capital Partners y Contrarian Capital Management, “que han sufrido derrotas en cortes estadounidenses”, buscan ejercer presión indebida sobre el Estado mexicano, en respuesta a información difundida en medios.

“Los fondos buitre Cyrus Capital Partners, LP y Contrarian Capital Management, LLC, pretenden victimizarse ante sendas derrotas y reveses en cortes estadounidenses”, sostuvo Grupo Salinas en un comunicado.

Grupo Salinas afirmó que TV Azteca, en diálogo con los tenedores de bonos desde 2021, “reitera su compromiso” de lograr un acuerdo que refleje las realidades actuales de la industria.

La empresa, aseveró, que se ha comprometido a mantener su enfoque en la sostenibilidad de su operación y en encontrar soluciones realistas que protejan tanto a sus inversionistas como a sus empleados y operaciones.

“Estos fondos buitre, que en nada abonan a la construcción de sociedades prósperas, pretenden en su desesperación abusar de herramientas diseñadas para empresarios e inversionistas con intereses legítimos en Estados Unidos. Ambos fondos radican en paraísos fiscales e intentan arremeter contra la justicia mexicana, involucrando sin fundamento al gobierno de México”, aseguró el conglomerado de Ricardo Salinas Pliego.

Recientemente trascendió en algunos medios que, los fondos estadounidenses Cyrus Capital Partners y Contrarian Capital Management han iniciado un arbitraje contra México bajo el T-MEC, argumentando que TV Azteca, del empresario Ricardo Salinas Pliego, ha incumplido con el pago de una deuda de 400 millones de dólares desde 2021, alegando los efectos de la pandemia.

Los inversionistas sostienen que México abusó de su sistema judicial para favorecer a TV Azteca, al permitir una sentencia que exime a la empresa de pagar hasta que la OMS declare el fin de la pandemia.

Esta acción ha generado un conflicto que involucra el uso de tribunales internacionales y pone a México en el centro de una disputa de alto perfil que podría tener importantes repercusiones para sus relaciones comerciales bajo el T-MEC.