Un hombre que quería ser enterrado en Málaga acaba incinerado en Cádiz por una confusión entre dos cadáveres
El fallecido deseaba ser sepultado en el panteón familiar, por lo que sus hijas denuncian el "error garrafal" y exigirán responsabilidades en los tribunales. La Junta, responsable del Instituto Anatómico de Cádiz en el que ocurrieron los hechos, pide disculpas y abre un expediente informativo para determinar qué falló
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Antonio había dejado muy claras las instrucciones a su familia. El día que llegara el momento no quería ser incinerado, sino enterrado en un ataúd en el cementerio de Rincón de la Victoria (Málaga) junto a su padre y otros seres queridos. Pero su deseo se ha truncado por una macabra confusión. En el Instituto Anatómico Forense de Cádiz, dependiente de la Consejería de Justicia de la Junta de Andalucía, el cuerpo de Antonio fue enviado a Barbate donde otra familia lo veló durante horas y lo terminó incinerando pensando que era otra persona.
Antonio, natural de la provincia de Málaga, estaba pasando unos días en El Puerto de Santa María (Cádiz), según ha relatado Damián Vázquez, el abogado de sus dos hijas y letrado de la Asociación del Defensor del Paciente, tras conocerse este caso por una noticia publicada en el diario SUR. El hombre se sintió mal y falleció, al parecer por una afección cardiaca. Su cuerpo fue enviado al Anatómico Forense de la capital gaditana para organizar su traslado a Málaga y hacerle unas comprobaciones, según les explicaron. Sus dos hijas viajaron a Málaga a preparar el funeral.
Pero al día siguiente recibieron una llamada del director del Instituto donde, supuestamente, estaba su padre. Era un mensaje de disculpas con una terrible confesión: alguien había confundido el cadáver de Antonio con el de una mujer de Barbate, en Cádiz. De forma que su cuerpo fue llevado al tanatorio de Barbate y allí fue incinerado. Nadie se percató del error.
“Un error garrafal”
Según han explicado fuentes de la Junta y el abogado de las hijas de Antonio, el cadáver de la mujer no llegó a viajar a Málaga, de forma que la familia barbateña sí podrá velar (de nuevo) e incinerarlo (otra vez). Pero el deseo de Antonio de ser enterrado en el nicho familiar en el cementerio de El Rincón de la Victoria no se podrá cumplir.
“Es un error garrafal por el que pedimos responsabilidades”, ha avanzado Damián Vázquez en nombre de las hijas de Antonio. “Lo que se les dijo es que había habido una confusión y que tratarían de hacerles llegar las supuestas cenizas con un columbario”, ha añadido. “Mis clientas están destrozadas. No pueden entender cómo ha pasado algo así. Piensan que es un mal sueño, primero por perder a su padre, después por perder su cuerpo”.
La Junta de Andalucía ha anunciado la apertura de un expediente que aclare qué ha podido fallar para confundir dos cuerpos que, además, eran de sexo diferentes. También han pedido disculpas por lo ocurrido. “El objetivo del expediente es esclarecer los hechos y las circunstancias acaecidas en el procedimiento de entrega de los cadáveres, desde que llegaron al Instituto de Medicina Legal hasta que fueron entregados por la funeraria a la familia, para conocer qué errores se pudieron cometer y si no se siguieron los protocolos existentes”.
La denuncia se ha presentado en el juzgado de guardia de Cádiz, al ser el lugar donde se produjo la posible negligencia.